La dirección de Conservas Alonso ofreció el viernes en la mesa de negociación con los sindicatos una serie de medidas para aliviar y favorecer el traslado de los trabajadores de la planta de Celeiro a la de Bueu. La empresa continúa con su pretensión inicial de cerrar la factoría celeirense.
Las ayudas propuestas por la empresa no convencen a los trabajadores, que luchan para que la fábrica se quede en el concello de Viveiro. Antonio Alonso plantea un periodo de adaptación para las personas dispuestas a marcharse, de manera que si en tres meses no se acostumbran puedan acceder a la indemnización de rescisión que se pacte en su momento. Asimismo, abre la posibilidad de que si un trabajador renuncia al traslado y un familiar suyo está interesado, pueda ocupar su lugar, así como ayudas para el transporte.
La empresa ofrece también que las plazas de fijas que renuncien al traslado puedan ser ocupadas por fijas discontinuas dispuestas. Además, intentaría concentrar al máximo el tiempo de trabajo de las fijas discontinuas garantizando la media de trabajo actual, es decir, a menos traslados mayor carga laboral para las fijas discontinuas que se vayan para Bueu.
Los trabajadores solo saben con exactitud que la empresa quiere tener cerrada la planta en junio, pero desconocen las posibles condiciones indemnizatorias para quienes renuncien al traslado, según Susana Riveira de la CIG. Esta notificación debe producirse con un mes de antelación.
Por otro lado, Comisiones trata de fijar una reunión en Santiago para el lunes con la secretaria general de Emprego, la empresa y delegados sindicales a fin de buscar alternativas a la situación que permitan la permanencia de la fábrica en el municipio vivariense.
La mesa de negociación se reunirá de nuevo el próximo martes y el lunes por la tarde, a las seis, está prevista una nueva concentración de los trabajadores delante de la oficina de turismo, para la que reclaman la mayor asistencia posible.
