Confraternidad ganadera

La vida de un ganadero, especialmente si se dedica a la producción de leche, es pura rutina. Sin embargo, al menos una vez al año, las cooperativas suelen proponerles un día de asueto, lo que suele traducirse en una comida de confraternidad.

Ayer le tocó el turno a una de las cooperativas más numerosas de la comarca con sus 260 socios, Gancobre, asentada en la localidad pastoricense de Bretoña, que logró convocar a unas 350 personas en un ágape que alcanza ya su octava edición.

Entre los asistentes, además de socios y familiares, se encontraban el presidente de Agaca, José Luis López Vázquez, así como un representante de Caixa Rural y directivos de otras cooperativas, Codegui de Guitiriz, O Pereiro de Meira, Terra Chá de Castro de Rei y la también pastoricense O Caxigo.

Salpicón de pescado, merluza a la primavera, jarrete guisado al vino mencía, postre y café fue el menú servido por el restaurante A Palloza del que gozaron los asistentes, con una animada sobremesa amenizada por la música del Dúo Escobar.

El presidente de Gancobre, Arcadio López, explicó que la entidad plantea esta reunión como un «día de descanso para os socios», al que a lo largo del año se suman otras actividades relacionadas con la actividad ganadera, como cursos o visitas.

López también hizo balance de los primeros meses de funcionamiento de la nueva planta envasadora de leche de la antigua fábrica de Pascual, a la que Gancobre aporta en torno a 1,5 millones de litros de leche al mes.

El presidente aseguró que los socios están «ilusionados» con este proyecto en el que tienen puestas muchas esperanzas, si bien matizó que todavía es pronto para hacer balance. Aún así, apuntó que en un año esperan ver los primeros frutos de esta apuesta.

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