Era el 20 de febrero de 2013 cuando la Guardia Civil detuvo en Ribadeo a dos vecinos de Valdepeñas, que entonces tenían 22 años, como presuntos autores de un delito de estafa, quebrantamiento de condena y usurpación del estado civil. Los chicos se negaron a abonar a un taxista los 1.100 euros del recorrido realizado entre ambas localidades. Más de 800 kilómetros, como se puede comprobar en Google Maps. Un simpa kilométrico.
Ahora, según recoge la Cadena Ser, la Audiencia Provincial de Lugo confirma la sentencia de un juzgado de lo Penal lucense contra los dos jóvenes: diez meses de cárcel para cada uno por estafa y la obligación de pagarle la carrera al taxista, al que conocían previamente, hasta un máximo de los 1.100 euros que les reclamaba y en función de las tarifas oficiales.
La pareja condenada, que por aquel entonces tenían una orden de alejamiento en vigor de uno de ellos sobre el otro, alegaba que el taxista incrementó el precio que habían pactado previamente. Mientras que el profesional del transporte aseguraba que ambos lo habían amenazado al negarse a pagar.