Condenado en Lugo por mover las colmenas de su vecino y arruinar la miel

El hombre las cambió de sitio porque las abejas molestaban a su ganado y dijo que causaron la muerte a varios animales

El juzgado de lo Penal número 2 de Lugo condenó recientemente a un hombre acusado de estropearle la producción de miel a su vecino por cambiarle las colmenas de sitio. En el transcurso de la vista oral, el acusado declaró que las colmenas habían sido manipuladas por miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, pero el juez no dio crédito a su versión y le impone una multa de 600 euros como autor de un delito de daños.

Los hechos sucedieron entre los meses de abril y agosto del año 2014, cuando el acusado entró en una finca de su vecino y retiró de allí un total de diez colmenas, cinco de las cuales se encontraban en ese momento en proceso de producción. El hombre las cogió del lugar en el que las tenía ubicadas su propietario, pero no se las llevó, sino que las dejó metidas en un alpendre.  Cuando el dueño de las colmenas regresó a la finca y se percató del cambio ya no pudo hacer nada por salvar la cosecha, tan solo comprobar que se habían perdido tanto las abejas como toda la producción de miel.

El afectado denunció lo sucedido y la investigación de la Guardia Civil concluyó que las colmenas habían sido manipuladas por su vecino.

El acusado negó los hechos en el juicio y declaró que las colmenas habían sido manipuladas por miembros del Seprona


DECLARACIÓN. Cuando fue llamado ante el juez, el acusado negó los hechos y culpó al Seprona de la muerte de las abejas. Sin embargo, según quedó recogido en la sentencia, "tras hacerle ver la mendacidad de sus afirmaciones", el acusado preguntó de manera reiterada quién le pagaba a él el ganado que, según indicó, había muerto como consecuencia de las picaduras de las abejas del denunciante.

De este modo, el juez concluye en la sentencia que "todos estos indicios apuntan de manera inequívoca al acusado como autor de los daños ocasionados" al denunciante.

El hombre fue condenado a una multa de cuatro meses con una cuota diaria de cinco euros –que suman en total 600 euros– y además tendrá que indemnizar al propietario de las colmenas por los daños que le ocasionó y por las pérdidas que tuvo al no poder recoger la cosecha de miel, que fueron tasados en un total de 1.619 euros.

El acusado recurrió la sentencia condenatoria del juzgado de lo Penal número 2, pero la Audiencia Provincial de Lugo la confirmó, por lo que ya es firme.

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