Un hombre ha sido condenado a 35 años de prisión por abusar sexualmente y de manera reiterada de su hijo y de dos amigos, todos ellos menores de 16 años, además de a una orden de alejamiento, según una sentencia divulgada este miércoles por la Audiencia provincial de Lugo.
El condenado, residente en la localidad de Friol, abusó de los menores entre 2011 y 2016, cuando agredió sexualmente en varias ocasiones a su propio hijo y, posteriormente, obligó a los otros dos menores a realizarle felaciones en el garaje del domicilio familiar.
El hombre, de 52 años, ha sido condenado a doce años de prisión por un delito continuado de agresión sexual a su hijo "con acceso carnal, por vía anal y bucal y prevalimiento de parentesco y superioridad".
También ha sido condenado a otros dos años de cárcel por un delito de violencia psíquica en el ámbito familiar y a una sanción de 40.000 euros en concepto de "secuelas y daño moral" al hijo, que sufre estrés postraumático y retraso en el desarrollo.
Asimismo, la Audiencia le impone la prohibición de aproximarse al menor a una distancia de mil metros de su domicilio, lugar de trabajo, centro de estudios, residencia temporal o cualquier otro lugar frecuentado por éste o a comunicarse por cualquier medio o procedimiento durante un periodo de dieciséis años.
Además, la sentencia lo condena a dos penas de diez años y seis meses de prisión, que suman un total de 21 años de cárcel, por la agresión sexual a otros dos menores de 16 años, amigos de su hijo, por sendos delitos de agresión sexual con "acceso carnal, por vía bucal y prevalecimiento de superioridad", así como a indemnizaciones de 15.000 euros a cada uno.
El acusado, que se encuentra internado en un centro penitenciario lucense, compareció el pasado 14 de diciembre en la vista oral en la que aseguró que estaba "volcado" en él, negó haberlo agredido sexualmente cuando vivía con el chico, después de separarse de su madre, y afirmó tener una "relación" que "era buena" y que "nunca" abusó de él.
Sin embargo, la sentencia considera que entre el año 2011 hasta marzo de 2016 ejerció sobre su hijo "un comportamiento de absoluto sometimiento y manipulación psicológica, privándole de las más elementales actividades propias de su edad, prohibiéndole salir solo de casa, relacionarse ni prácticamente hablar con otros niños (a excepción de los menores" de los que también abusó sexualmente.
Su control llegó hasta el punto de que "no le dejaba ni siquiera acudir al parque situado a unos cien metros del domicilio, obligándolo, en las ocasiones que acudían a fiestas u otros eventos, a estar permanentemente a su lado".
El hombre aprovechaba para abusar sexualmente de ellos obligándoles a hacerle felaciones y llegó a ofrecerles obsequios tales como crédito para sus teléfonos móviles para ganarse su confianza.
El hombre fue denunciado por otra amiga del hijo, también menor de 16 años, de la que también intentó abusar sexualmente en septiembre de 2015.
El juicio por estos hechos se celebró en diciembre en la Audiencia Provincial de Lugo, donde la Fiscalía mantuvo la petición de más de 50 años de prisión por las supuestas agresiones del procesado a su hijo y a varios amigos de éste, entre 2014 hasta abril de 2016, año en que fue detenido este empresario de Friol donde regentaba una tienda de electrodomésticos.
El abogado del acusado pedía su absolución. "Hablamos de unas familias desestructuradas (el hijo vivía con el padre, separado de su mujer desde 2009, y los abuelos en Friol) y hay que tomar las declaraciones que efectúan los menores con toda la cautela del mundo", ha apostillado. "No vienen de chavales que tienen una vida normal, por desgracia", ha concluido el abogado en relación a las acusaciones en este proceso.
