EL PARLAMENTO aprobó ayer la Lei de Mobilidade de Terras. Es, como el Banco de Terras que impulsó el gobierno anterior, una medida necesaria para facilitar y fomentar la transmisión de parcelas y la agrupación en dimensiones adecuadas para la explotación de las mismas. La ordenación de los cultivos o usos de la tierra -forestal, ganadero o huerta- es una cuestión diferente y ciertamente necesaria, dentro de la ordenación del territorio. Pero, sin que todo terreno pueda ser forestable, es evidente la importancia de este sector hoy como recurso para la economía agraria y para la recuperación de montes abandonados. Es un acierto la desaparición del derecho de tanteo y retracto que se reservaba la Xunta de Galicia en las operaciones entre particulares. Desaparece así una figura que algo tenía de intervencionismo. Hay que fomentar la concentración de parcelas, pero no convertir a la Xunta en competidora para adquirir terrenos.
CONFLICTO Y EDUCACIÓN
El comienzo del curso escolar y los conflictos de diverso tipo que lo rodearon estuvieron ayer en el Parlamento, con un duro debate entre los grupos de oposición y el titular de Educación. El conselleiro Jesús Vázquez aportó datos sobre jubilaciones de profesorado no universitario, bajas no cubiertas y sobre otras cuestiones como los pagos de libros. En un colectivo de 30.900 docentes para 360.000 estudiantes hay necesariamente un grado de conflicto, que se acentúa en una situación económica difícil. El objetivo fundamental en este contexto continúa en asegurar la calidad de la enseñanza, que incluye el número de alumnos por profesor. Los puntos de fricción, en términos de interés laboral y empleo, que son importantes, deberían mantenerse como tales. Vázquez ve otros intereses políticos en las manifestaciones habidas.
