El ribadense José Emilio Amor, pensionista de 60 años, desplegó una pancarta esta semana frente a la que ha sido su vivienda durante los últimos 18 años. Pretende exponer una situación familiar que podría dejarle en la calle. Asegura que si sus hermanos llevan a término la venta del inmueble para repartirse la herencia, él deberá abandonar la casa que contribuyó a pagar.
Muchos vecinos le muestran su apoyo y él busca la comprensión ciudadana por si de algún modo se pudiera paralizar el proceso.