Con la música a otra parte

A la izquierda, el pub Estopa y la calle Vilalba, con la discoteca Futura, a la derecha (Foto: Antonio López)
photo_camera A la izquierda, el pub Estopa y la calle Vilalba, con la discoteca Futura, a la derecha (Foto: Antonio López)

Los tiempos cambian y con ellos, las costumbres, como las del ocio nocturno propio del fin de semana. La crisis económica y las quejas por el ruido han hecho mella en uno de los epicentros de la movida de la comarca mariñana y del Occidente de Asturias, como es la villa de Ribadeo y es que, desde hace ya varios meses, la vecindad ve cómo la mayoría de los pubs se han trasladado a la zona nueva de la localidad, abandonando el casco antiguo.

Así, locales nocturnos de gran tradición en el casco viejo de Ribadeo, como el Vivir sin Dormir, el Pasillo o el Estopa, estrenaron nuevas instalaciones en la Avenida de Galicia, en plena área urbana. El último de los mencionados abrirá sus puertas en breve, bajo el nombre Nuevo Estopa, tras remodelar el local en el que anteriormente se ubicada el pub Las Catedrales, mientras que los otros dos llevan meses abiertos a escasos metros de distancia los unos de los otros.

Este éxodo de la movida al casco urbano ha dejado casi desierta, al menos por lo que respecta a los pubs, la zona antigua de Ribadeo, donde permanecen locales idóneos para tomar una copa y conversar antes de salir a bailar, como la cervecería Kursal, el Rekuncho o el Ribanzo.

En cuanto a los pubs o locales del casco viejo que abrían hasta altas horas de la madrugada, como el Trasto o La Noche, permanecen cerrados desde hace meses, aunque un empresario hostelero espera reabrir próximamente el último de los mencionados.

El cambio de ubicación viene propiciado, entre otras razones, por el aumento de las denuncias y las quejas por ruido y por exceder el horario de cierre y en ese sentido, los locales de la zona nueva ribadense parecen mejor preparados para afrontar este tipo de problemas.

Así las cosas, el casco urbano vuelve a protagonizar las altas horas de las noches del fin de semana en Ribadeo, como lo hiciera hace casi una década con la céntrica discoteca Futura, que continúa cerrada, o con el local de música electrónica Crisis, reconvertido, hoy por hoy, en un restaurante.

Además, la vigente ley antitabaco aumentó las quejas por ruido nocturno, puesto que los fumadores permanecen en la calle más tiempo para fumar.

En definitiva, tanto la policía local, como otros agentes sociales, empiezan a recibir cada vez más quejas por ruido durante el fin de semana y algunas, también, en los últimos meses, por destrozos en portales, por parte de la vecindad de la Avenida de Galicia, desde el traslado de más pubs a la zona. También los comerciantes critican la suciedad derivada de algunos botellones que llegan a celebrarse en plena urbe, como en las inmediaciones del Cine Teatro.

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