Compostela, meta solidaria

IR CORRIENDO de Astorga a Santiago de Compostela en cinco días con una mochila a cuestas con la finalidad de conseguir comida y atención sanitaria para niños en la India. Este es el duro pero, a la vez, ilusionante reto que se ha propuesto el vilalbés Javier Seoane Vázquez, que puso en marcha junto a un amigo el proyecto ‘Solidaridad como meta’.

Este joven chairego, enfermero en el servicio de Oncología del Hospital General de Elche de profesión y deportista como afición, afrontará entre los días 26 y 30 de este mes esta singular iniciativa, con la que pretende recaudar fondos para la ONG gallega Semilla para el Cambio, que trabaja para mejorar las condiciones de vida de la infancia más desamparada en Benarés (India).

El reto no es otro que completar entre esas fechas los 260 kilómetros que hay entre las localidades de Astorga y Santiago de Compostela, a una media de 52 kilómetros diarios corriendo con autosuficiencia, es decir, con una mochila en la que llevará lo básico para esos días. La meta en este caso no es sólo la Praza do Obradoiro, sino también los proyectos solidarios que se llevarán a cabo en la zona de chabolas de Sigra, en Benarés.

Cooperación
Todo surgió a principios de año, cuando Javier Seoane pasó en la India seis meses de cooperación -viajando por el norte y, luego, colaborando con la Fundación Vicente Ferrer en urgencias en un hospital en Anantapur-. La experiencia le marcó en muchos sentidos. «Fue muy dura, porque se ve la pobreza extrema, pero también es muy gratificante. La gente pobre te da lo poco que tiene si lo necesitas o simplemente como agradecimiento», afirma.

A su vuelta, pensó que le apetecía aportar un granito de arena para mejorar la situación en la zona y pensó en «mezclar lo que más me gusta: el deporte y la solidaridad» y surgió esta peculiar iniciativa deportiva. «Busqué en internet información sobre retos solidarios, cómo buscar financiación y ONGs con las que colaborar, y encontré la web deportistasolidarios.org, donde te publican el reto y te facilitan la cuenta corriente y la plataforma de pago», explica este vilalbés.

Su amigo Pedro López Gejo, aparejador, le dio nombre al proyecto, ‘Solidaridad como meta’, y Seoane terminó de perfilarlo. «Quería que de alguna forma tocara Galicia, así que pensé en el Camino de Santiago, y cogí un tramo que todavía no había hecho, desde Astorga», comenta.

El primer objetivo que se marcó fue conseguir 600 euros para que 70 niños y niñas de la zona de chabolas de Sigra puedan recibir un tratamiento odontológico y oftalmológico adecuado. «En menos de cuatro días ya había pasado de esa cifra», afirmó este enfermero vilalbés. Así, se buscó un nuevo proyecto, con el que se pretende asegurar un crecimiento equilibrado y saludable de 34 niños y niñas escolarizados, a través de un almuerzo diario para completar la deficiente dieta que reciben en casa.

«En principio sería para hacerlo seis meses, pero creemos que podemos cumplir el objetivo de conseguir los 2.400 euros que cuesta mantenerlo durante un año», explica Seoane, que recuerda que «lo más importante es que es un incentivo para que las familias envíen a los niños a la escuela y evitar que empiecen a trabajar tan pequeños».

Entrenamiento
La preparación para este difícil reto está siendo intensa, tal y como reconoce el protagonista de esta iniciativa. «Estoy haciendo entrenamientos de ultramaratón, los siete días de la semana, siempre con peso para acostumbrarme a lo de llevar la mochila. Un día a la semana corro entre 40 y 50 kilómetros y otro lo dedico a la bicicleta», comenta.

«Va a ser muy duro, porque son muchos días corriendo muchos kilómetros, pero cuando vas pensando lo bueno que vas a conseguir te da igual todo y pensar en la sonrisa de los niños seguro que me dará fuerza aunque esté acabado», afirma Javier Seoane. Su amigo y compañero en esta aventura Pedro López irá en coche acompañándolo por si surge algún problema y con material y recambios.

Una vez finalizado este reto Seoane espera poder volver a la India «seguramente en un futuro no muy lejano, pues la India te enamora o no te gusta nada y a mí me enamoró».

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