Aunque hay quienes prefieren llevar su coche a un autolavado por la preparación de estas instalaciones y por las comodidades que ofrecen, también hay quienes prefieren hacer las cosas a su manera, comprando una hidrolimpiadora para hacer la limpieza por su cuenta. Una muy buena opción, aunque una que también requiere ir con cuidado.
Si vas a comprar una para tu automóvil, además de saber qué modelo escoger leyendo las muchas opiniones sobre ellas que hay en la red, algo que ayuda bastante a elegir con acierto, también necesitas saber cómo utilizarlas. Aquí no te vamos a explicar el método de uso exacto de cada modelo, pero sí que te vamos a dar unas pautas generales para conseguir la mejor limpieza y, a la vez, evitar que la presión del agua pueda dañar la carrocería o la pintura.
Como verás, no es algo que resulte excesivamente complicado, pero sí que es necesario si quieres que tu coche quede como nuevo con cada limpieza que hagas.
¿Cómo limpio mi coche correctamente con una limpiadora a presión?
Si te preocupa dañar la superficie de tu vehículo, su acabado o la pintura, puedes echar un vistazo a este proceso que explica como lavar el coche con hidrolimpiadora con todo detalle o, si lo prefieres, simplemente seguir los consejos que te vamos a dar a continuación. La limpieza no es nada complicada, pero sí es cierto que necesitas tener cuidado a la hora de realizar ciertos pasos, aquí te lo vamos a explicar detenidamente.
Rociado con agua
Antes de comenzar a atacar las manchas, hay que mojar el coche entero con la manguera de agua a presión. Lo único que tienes que hacer durante esta primera etapa es mantener la distancia adecuada desde la manguera hasta la superficie del vehículo y mover de arriba hacia abajo para que la primera capa de suciedad caiga al suelo. No insistas mucho en una sola zona y procura extenderte para que el chorro no se concentre solo sobre un punto. Intenta que se extienda siempre.
Fase de enjabonado
Para en enjabonado se procede con la otra parte de la máquina limpiadora, la que se centra en lanzar el agua con jabón. En este caso, solamente tienes que preocuparte de seguir un patrón similar al paso anterior, teniendo siempre una distancia adecuada respecto al vehículo y yendo de arriba a abajo para garantizar que la suciedad va cayendo. Cubre todo el coche con jabón y espera unos 5 minutos aproximadamente.
Eliminación de manchas difíciles
En esos 5 minutos, puedes aprovechar para, con una mopa o un paño de microfibra, insistir en las manchas más duras y complicadas, ya que son las que requieren rascar un poco más para poder retirarlas. No uses nada que tenga una superficie que arañe o pueda deteriorar el acabado del automóvil, porque entonces todo esto será para nada.
Secado final
Antes de proceder con el secado, aprovecha para dar otra capa de agua y eliminar así toda la espuma de los pasos anteriores. Repetimos el primer punto, comenzando de arriba hacia abajo y sin acercar demasiado la hidrolimpiadora para que la presión del agua no pueda causar ningún daño a la carrocería. Insiste hasta retirar toda la espuma y, después, simplemente pasa un paño seco para que todo quede impoluto.
Con esto, habrás limpiado tu coche con una limpiadora a presión y sin causar daño alguno. El resultado será prácticamente perfecto, aunque siempre puede pasar que se te quede atrás algún pequeño detalle.
