Combustión

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Título: Combustión. Director: Daniel Calparsoro. Reparto: Alberto Ammán, Adriana Ugarte, Álex González, María Castro, Marta Nieto, Luis Zahera, Christian Mulas, Juan Pablo Shuck. Guion: Carlos Montero, Jaime Vaca, Daniel Calparsoro. Música: Carlos Jean. Cines: As Termas (Lugo) y Cinelandia (Ribadeo) Calificación: 1 / 4

SI ALGUIEN quiere asistir a la demolición de la pobre industria española del cine, puede verla en tiempo real entre los fotogramas de ‘Combustión’. Detrás de esta versión de ‘The fast and the furious’, protagonizada por nuestros vecinos poligoneros, se percibe cómo un director con unos inicios tan personales como Daniel Calparsoro se deja querer por ese mantra difuso y poco mesurable de «darle al público lo que demanda», y saca adelante la idea de los productores de ‘Hoy tengo ganas de ti’ de lo que debe ser comercial. Esto es, la conclusión a la que llega nuestro cine es que solo le quedan dos caminos: el montaraz o la búsqueda desesperada de un público que, si tiene que elegir entre el original y la copia, es muy probable que termine escogiendo el original.

En ‘Combustión’ no hay ni siquiera una mirada autóctona a la pasión por los coches y las chicas, como, por lo menos, se extraía de las películas de Bigas Luna. Es más bien un trabajo de imitación de una franquicia testada y auditada; de las posibilidades reales de un negocio, copiando ciertos conceptos básicos pero abaratando en costes y mano de obra, que por algo lo que se nos demanda es competitividad y salarios más bajos.

El producto en cuestión es un manual de recetas para vender entradas. Actores y actrices populares gracias a la televisión -además de un Alberto Ammán estrenando todos los fines de semana- protagonizan un triángulo amoroso con robos en casas de ricos, carreras ilegales y escenas tórridas prohibidas por los estándares de la pequeña pantalla. Pretextos varios para rodar minutos de relleno donde se puedan colar los temazos de Carlos Jean, en este caso concreto, o las baladas del último éxito de radiofórmula.

El problema de este modelo de negocio es que ya no hay público a quién venderle semejante mercancía de todo a cien a precio de delicatessen. ‘Combustión’ es un producto tan medido en sus limitaciones y tan esquemático en sus giros que es muy probable que el espectador diana sacie sus deseos extremos con la sexta entrega de ‘The fast and the furious’, cuyo trailer se pasa antes de la proyección. Todo esto dando por hecho que nuestro héroe, echándose la mano al bolsillo antes de entrar, no calcule cuál de las dos le ofrece chicas más neumáticas, carreras más imposibles y líneas de diálogo más intensas a ese 21 por ciento de Iva.

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