CiU evita hablar de elecciones hasta que Rajoy se pronuncie sobre un ''referéndum pactado''

El presidente de la Generalitat, Artur Mas (c), junto al coordinador general, Josep Rull (i) y el vicesecretario de organización, Lluis Corominas (d), durante la reunión (EFE/Alberto Estévez)
photo_camera El presidente de la Generalitat, Artur Mas (c), junto al coordinador general, Josep Rull (i) y el vicesecretario de organización, Lluis Corominas (d), durante la reunión (EFE/Alberto Estévez)

La federación de CiU ha evitado en su reunión de hoy abordar la convocatoria de unas elecciones plebiscitarias a la espera de lo que responda el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a la propuesta del presidente catalán, Artur Mas, de negociar un referendo que le transmitirá por carta.

"No ponemos ningún tipo de plazo; nos sentimos más avalados tras el 9N pero no precipitamos acontecimientos; cuando tengamos la respuesta a la carta, o la no respuesta, actuaremos en consecuencia", ha afirmado hoy el secretario general de CiU, Ramón Espadaler.

Desde CDC, el coordinador general Josep Rull, abogaba horas antes por intentar negociar ese  "referendo pactado" con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero, en vistas a que es una "vía altamente improbablemente", ha dicho, también impulsará "en paralelo" las negociaciones para unas plebiscitarias.

Las elecciones serían también la meta para Esquerra Republicana, ERC, que se ha pronunciado este lunes sobre el nuevo escenario catalán a través de su secretaria general, Marta Rovira, quien reclamó en un primer término un gobierno de concentración nacional y rechazó ''perder el tiempo'' dialogando con Moncloa, a la que ve más cerrada en banda, si cabe, que antes. 

Rovira  ha llamado a los partidos e instituciones catalanes a ''estar a la altura'' del ''acto de soberanía'' del domingo y a convocar unas elecciones anticipadas para formar un Parlament y un Govern constituyentes para poner en marcha, definitivamente, la ''construcción de un Estado independiente''. "Los ciudadanos quieren que se abra un proceso constituyente" para lo cual, ha explicado, deben ser convocadas lo antes posible unas elecciones catalanas fruto de las cuales "se forme un parlamento constituyente'', un mandato democrático de transición nacional,  ''con la máxima representación posible" y que declare la independencia.

Esquerra no ha querido poner plazo a esas elecciones -aunque el 9 de octubre sí que compartía la reclamación de la ANC y de Òmnium Cultural de que fuera en los próximos tres meses-, pero Rovira ha hecho suya la frase del líder de su partido, Oriol Junqueras, según la cual "las cosas buenas no deben hacerse esperar".

Sobre lo que si se muestra rotundo es lo quiere que el Govern de CiU se ponga "a perder el tiempo" y rechaza de forma rotunda abrir otro intento de negociar con el Gobierno la posibilidad de convocar un referéndum. "Hemos agotado la vía del diálogo para hacer un referéndum acordado -ha subrayado-; lo hemos intentado todo, hasta dieciséis veces lo hemos pedido utilizando todas las vías, por lo que no creemos que quepa una diecisieteava vez, la respuesta del Gobierno español sigue siendo la misma de siempre, un 'no', y, además, ahora le ha añadido amenazas de acciones judiciales".

Tras las ejecutivas que han celebrado por separado CDC y UDC esta mañana, la federación de CiU ha reunido esta tarde su comisión ejecutiva para analizar el 9N y abordar los próximos pasos a seguir, con la presencia del presidente catalán, Artur Mas, y el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida.

En la conferencia de prensa posterior al encuentro, secretario general de la federación, Ramon Espadaler, ha avisado al Gobierno de que el "contencioso" por el encaje de Cataluña en España se afronta con "menos tribunales, menos fiscalía y más política".

Espadaler ha aseverado que CiU tiene una hoja de ruta "clara y compartida" por los dos socios de federación y pasa por la "voluntad clara" de seguir gobernando, aunque esto "no está reñido" con enviar una carta a Rajoy para pedirle que "dé salida" a las "legítimas aspiraciones de Cataluña" tras el 9N.

Aunque no ha querido fijar un plazo para la negociación con el Estado, de la que se espera que dé detalle mañana Artur Mas en una conferencia de prensa, el número dos de CiU ha subrayado que tampoco se trata "de dejar las cosas indefinidamente y de forma gratuita", pero ha defendido que no se pueden poner límites para la respuesta cuando la carta a Rajoy "aún no se ha escrito".

Pero el democristiano ha admitido que, aunque las plebiscitarias es un escenario "no buscado ni deseado" por CiU, puede que sea "inevitable" si no hay acuerdo con el Estado. En ese contexto, Espadaler ha remarcado que "la respuesta al reto que tenemos en la mesa no pasa por los tribunales ni por la desobediencia, sino por continuar haciendo las cosas bien, con solidez, firmeza y determinación y, a poder ser, manteniendo la unidad de las fuerzas" políticas.

Aunque CiU no ha abordado en la reunión de hoy el asunto de las plebiscitarias, esto no quita que CDC -que, a diferencia de Unió, defiende abiertamente la independencia- pueda mantener conversaciones con ERC para preparar el escenario de este tipo de elecciones, que serían una vía para preguntar a los catalanes sobre la separación de España.

En todo caso, el secretario adjunto de CiU y dirigente de CDC, Lluís Corominas, ha señalado que el "cuándo" pueden celebrarse estas elecciones está sometido al "cómo" se hacen y al "qué" se pregunta y ha añadido: "Hace justo un día que ha pasado el día 9N; no avancemos cosas antes de que se produzcan".

Sólo unas horas antes, su compañero de filas Josep Rull sí presionaba con plazos a la respuesta que debe dar ahora el Gobierno central. El coordinador general de CDC señalaba en rueda de prensa antes del cónclave de CiU que el intento de negociación con Madrid es una cuestión que debe ir "muy rápido" y que "no se puede eternizar". En su opinión, Rajoy no debería tardar más de dos semanas en responder a la invitación por carta a negociar el referendo que le hará llegar Mas. "No se puede alargar excesivamente en el tiempo, hablamos de una semana o dos como mucho para esta respuesta", ha indicado.

La otra opción -defendida por ERC- es acordar unas elecciones de tipo plebiscitario hacia las que CDC se mostró esta mañana ''radicamlente optimista'', pero para las que se debería alcanzar una "candidatura de país" y un "punto único" en el programa que contenga el 'sí' a la independencia.

El número dos de CDC ha señalado que lo que quieren a partir de ahora es lograr un "mandato democrático definitivo" sobre la independencia, para el cual ha apuntado dos vías que van "en paralelo". Una es pactar con el Gobierno central un referendo como el de Escocia o Québec, aunque Rull ha admitido que es "altamente improbable", y más aún, ha dicho, tras la "salida de tono" de ayer del ministro de Justicia, Rafael Catalá.

Rull ha querido recordar, sin embargo, que en el escenario de un referendo acordado o unas plebiscitarias la respuesta sería de 'sí' o 'no', en lo que les queda trabajo para convencer a los del sí-no (un Estado no independiente), que es lo que votó el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida.

A la espera de la reunión de la ejecutiva de CiU, Unió, por su parte, apuntó que abogaba por negociar con Rajoy la nueva consulta y descartaba el adelanto electoral, aunque admitió que, si no se alcanza un acuerdo con el Estado, se verán "abocados" a unas plebiscitarias.

Tras en encuentro de la cúpula de la formación en plena resaca del 9N, el president Artur Mas comparecerá mañana para explicar los próximos pasos, entre los que destaca la carta que enviará en breve a Mariano Rajoy para trasladarle el resultado del proceso participativo y animarle a acordar un referendo.

Por parte del Gobierno, será la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría la encargada de exponer mañana ante el pleno del Senado -y en respuesta a una pregunta planteada por CiU- la posición del Ejecutivo tras la celebración del 9N, una cita que el Gabinete de Mariano Rajoy ya ha calificó el propio domingo de una "farsa antidemocrática e inútil".

 

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