CIS. El paro y la corrupción mantienen en vilo a los españoles

La corrupción ha vuelto a situarse como la segunda preocupación de los ciudadanos por detrás del paro y superando a otros problemas económicos, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en el que ha aumentado también la inquietud respecto a la clase política.

La encuesta se realizó entre el 3 y el 10 de junio pasados, días en los que el ingreso en prisión del expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y los avances en la instrucción del caso Bárcenas acaparaban las primeras páginas de los periódicos.

En el sondeo, el paro se mantiene como el problema número uno y es citado por el 80,5 por ciento de los ciudadanos -82,4 % en mayo-, seguido de la corrupción y el fraude -32,5 % frente al 30,7 de mayo- y otros problemas económicos -32,2 frente al 34,9 el mes pasado-.

La preocupación por los políticos y los partidos también sube un punto -del 29,7 % al 30,7- y se mantienen en el cuarto lugar de la lista de problemas, seguida de la sanidad y la educación. Los encuestados señalan los recortes entre sus principales problemas.

Pese a que la preocupación por el paro y la corrupción se consolidan, mejora ligeramente la visión del futuro político y económico que ofrecen los encuestados.

El sondeo del CIS del mes de junio ha incluido también una serie de preguntas sobre cómo se sienten y cómo viven sus problemas los españoles, en las que se ha puesto de manifiesto que más del 60 por ciento cree que los comportamientos incívicos e ilegales han aumentado en los últimos cinco años, coincidiendo con el inicio de la crisis.

La mayoría de los españoles cree que en ese periodo han sido más frecuentes comportamientos como no declarar todos los ingresos a Hacienda, no pagar el IVA de un servicio o cobrar el paro mientras se está trabajando.

No obstante, y pese a la crisis, la mayor parte de los cerca de 2.500 encuestados se declara una persona feliz e incluso muy feliz, y satisfecha con su vida. De hecho, más de la mitad, el 51,4 por ciento, le pone una nota de notable o sobresaliente a su estado de felicidad, frente al 4,5 % que le da un suspenso.

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