Cinco municipios de la comarca -Burela, Xove, Riabadeo, Cervo y Foz- cuentan con ordenanzas de medio ambiente, limpieza pública o de salubridad en las que se recogen sanciones para aquellas personas que dejen residuos en montes o espacios públicos. Los de Burela y Xove son los que contemplan las mayores cuantías, que pueden llegar a los 3.000 euros.
En el caso burelés, la normativa de medio ambiente establece multas que parten de los 100 euros para las infracciones más leves y alcanza los 3.000 en las más graves. "Queremos que a xente, os empresarios e os particulares, teñan presente esta normativa, porque aínda que é dificil de aplicar existe e podemos facer uso dela en calquera momento", explica la edil de medio ambiente, Noelia Ben. La concejala burelesa explica que el problema más grande lo detectan con los restos de obras, de podas o de actividades vinculadas a la pesca y a talleres de reparación de vehículos, "que son residuos que teñen a obriga de xestionar aquelas empresas que os están orixinando".
En Xove las cuantías de las sanciones se fijan desde los 30 y los 90 euros para las faltas leves; entre los 91 y los 300 para las graves, y desde los 301 a los 3.000 para las muy graves. "Nunca se chegou a multar a ninguén", explica el alcalde, Demetrio Salgueiro, que reconoce que puede aparecer algún vertedero ilegal de manera puntual y que en ese caso es el Concello quien lo limpia. "Son solo casos puntuais porque da máis traballo tiralo no monte e expoñerse a multas que facelo ben", añade y subraya que es una práctica que espera se vaya erradicando.
Otro de los concellos con sanciones es Foz. En este caso la ordenanza de limpieza urbana fija multas entre los 60 y los 800 euros. Los tramos establecidos son entre los 60 y los 150 euros de las infracciones leves, 250 euros es la multa establecida para las faltas graves y 800 para las más graves. Además la reincidencia en infracciones leves lleva emparejada una multa de 300 euros.
El Concello de Cervo también dispone de una ordenanza en este sentido que contempla multas entre los 50 y los 500 euros, pero que tampoco nunca llegó a aplicarse. En este sentido, el alcalde cervense, Alfonso Villares, reconoce que tienen en mente hacer una campaña de concienciación para intentar fomentar entre la población comportamientos cívicos. Además, adelanta que están trabajando en actualizar la ordenanza existente.
Ribadeo es el único municipio que tiene una ordenanza sancionadora que ya aplicó en varias ocasiones. "Aplicámola algunha vez", explica el regidor, Fernando Suárez Barcia, "foi a Policía Local quen identificou os infractores e multáronse aínda que foron multas razoables". "Estes comportamentos de deixar o lixo por aí tirado non son razoables, porque hai un punto limpo para ir deixalo", añade. En este caso, la ordenanza establece sanciones desde los 30 a los 300 euros.
Viveiro es el único de los concellos de mayor entidad que no cuenta con una normativa para castigar estos comportamientos. "Hai unha normativa moi xenérica que non contempla multas cuantificadas e está caduca, polo que agora hai que ir facendo normativas para regular este tipo de cousas como os excrementos dos cans ou pegar carteis en fachadas ou mobiliario urbano", explica el teniente de alcalde vivariense, Jesús Fernández Cal, que añade que sería mejor no tener que usar multas, pero que son estas la mejor manera de disuadir a la gente.
A este respecto también destaca el caso de Barreiros, que aún sin contar con una ordenanza en este sentido contribuyen a frenar este tipo de prácticas. Así, según explicó el regidor, Alfonso Fuente, se dieron ocasiones en las que al detectar algún vertedero ilegal abrieron una investigación y pudieron dar con el responsable y se le comunicó al Seprona para que emprendiera las pertinentes acciones. "Nalgún caso tamén se avisou á persoa responsable para que limpara a zona", añadió.
INFRACCIONES. Algunos ejemplos de infracciones leves que se recogen en algunas de estas ordenanzas son la falta de limpieza en los solares, dejar en la vía pública residuos procedentes de la limpieza de establecimientos comerciales o depositar desperdicios sin bolsa en los contenedores. Como infracciones graves se consideran cambiar el aceite u otros líquidos a los vehículos en espacios públicos, no limpiar los excrementos de los animales o realizar inscripciones o pintadas. Finalmente, como faltas muy graves se tipifican quemar basura o depositar residuos clínicos en zonas públicas.
