Cíes, una visita al paraíso del Océano Atlántico

El archipiélago es el mayor tesoro de la Ría de Vigo. Está considerado como uno de los lugares más hermosos del país y su playa de Rodas una de las más bonitas del mundo. Pasar un día disfrutando de todo lo que las Illas Cíes pueden ofrecer merece la pena, tanto si la intención es descansar, o ponerse en marcha y conocer sus rincones

Un paraíso de arena blanca finísima, unas playas de agua azul cristalino, un color que sólo podemos encontrar en un lugar como este. Unos atardeceres en los que el sol parece fundirse con el mar en el horizonte. Unas islas donde hallar, a partes iguales, la paz y la diversión.

La primera respuesta de muchos ante esta descripción sería, muy posiblemente: Maldivas, la Polinesia Francesa o alguna de esas islas increíbles, perdidas en el océano y tan atractivas y exóticas para nosotros. Pero no. Existe un lugar así en Galicia, sin necesidad de coger un vuelo hacia el otro lado del globo.

En las Rías Baixas, a algo más de 14 kilómetros de la costa, se encuentra el mayor tesoro de la Ría de Vigo, las Illas Cíes. Este archipiélago, que parece salido de un sueño, es la perla del Parque Nacional das Illas Atlánticas.

Al tratarse de un Parque Natural protegido, es obligatoria la reserva de los billetes para acceder a las islas, también si la intención es pernoctar en el camping. Hasta hace poco, el aforo diario de Cíes era de 2.200 personas. Sin embargo, desde el pasado domingo, los viajeros que quieren conocer el paraíso del Atlántico, deben enfrentarse a la disminución de ese número de visitantes posibles. Esto es porque el Parque Nacional tiene la oportunidad de convertirse en Patrimonio de la Humanidad, un reconocimiento que conlleva la mayor protección de su entorno y de sus especies.

El propio emperador Romano, Julio César, tras su paso por este paraje único describió el archipiélago de las Cíes como las islas de los dioses. Esta civilización no fue la única que, encandilada por la belleza y el encanto de este paraíso, decidió establecerse en las islas, sino que también se han encontrado restos anteriores, procedentes de asentamientos de la Edad de Hierro y de la Edad de Bronce. También, durante la Edad Media, fueron habitadas por monjes de diversas órdenes religiosas.

Después de conocer un poco la historia de uno de los lugares más bonitos de nuestro país y, me atrevería a decir, del mundo, ¿qué tal si pasamos un día disfrutando de todo lo que las Illas Cíes tienen que ofrecer?

Para llegar al paraíso es necesario coger uno de los barcos que salen de Vigo, Cangas, Baiona o Portonovo por menos de 20 euros ida y vuelta. Desde el momento en el que el aventurero se sienta en el catamarán, puede disfrutar de las increíbles vistas que regala la Ría de Vigo de las zonas costeras y de las islas. A medida que el barco se acerca más y más a Cíes, se aprecia con más claridad la belleza y la pureza de las playas, el color azul cristalino del agua y el esplendor de su relieve.

Al llegar al muelle, junto a Rodas, el arenal más hermoso del mundo, según el diario británico The Guardian, lo primero en lo que se fija el visitante es en el camino que recorre la playa hasta el lugar de acampada y corazón del parque. Este camino pasa por la zona donde se unen Monteagudo y O Faro, dos de las tres islas que forman el archipiélago.

Una vez recuperados del paseo hasta el camping, las posibilidades de actividades en la isla son realmente amplias. Para todos los gustos y oportunidades, el visitante puede escoger entre relajarse y disfrutar de Cíes mientras descansa o ponerse en marcha y conocer más a fondo la isla.

La opción más popular suele ser escoger una de las cuatro rutas de senderismo que recorren las islas de Monteagudo y O Faro.

CAMINATA. El trayecto más frecuentado por los viajeros es la Ruta del Faro. Llega hasta la zona más alta, lo que permite disfrutar de las increíbles vistas de la Ría de Vigo, de la inmensidad del océano Atlántico y de los extraordinarios acantilados de la isla. Hacen sentir a la persona más alta como la más pequeña. Todas las rutas tienen su encanto y permiten conocer distintos rincones. Lo complicado es escoger una de ellas.

Además de las actividades habituales, las personas que decidan pasar tiempo en Cíes también pueden bordear la isla en kayak durante algo más de una hora por menos de 40 euros, o profundizar en los lugares invisibles y conocer el fondo marino por 30 euros. Merece la pena atreverse a hacer algo distinto y disfrutar de todo lo que Cíes puede ofrecer, hasta bajo el agua.

Después de una jornada de actividad por la isla, ¿qué puede haber mejor que un baño en Rodas? Aunque el agua esté fria, lo vale. Dicen que cuando el sol se esconde por el horizonte puede verse un rayo verde, sólo los afortunados que pasen la noche en la isla pueden disfrutar de la belleza casi mágica de sus atardeceres y, sino, siempre se puede repetir.

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