Melenas, cuero y, por supuesto, canas y alguna calva fueron ayer las señas de identidad del público del Muralla Rock, el festival de rock que dejó a cargo de míticos como Los Suaves, Rosendo, Costas y Tregua la tarea de dar el chupinazo del San Froilán 2014. No hay como dar ese trabajo a los veteranos para que funcione.
Es difícil que el rock falle y es más difícil aún que algo así suceda si los que lo encarnan son, como estos grupos, a prueba de bombas. El rock sin artificios de Rosendo, un tipo tranquilo y normal, que ha envejecido sin resistirse pero sabiendo cómo seguir sobre el escenarios entusiasmó como siempre.
Acompañado, como es habitual, por Rafa Vegas al bajo y Mariano Montero, a la batería, desgranó canciones de su pasado, que sigue siendo presente y también de su último trabajo, en una selección que convenció, si bien siempre hay alguno que echa en falta algún tema por el que siente especial predilección. Fue cuando Mercado se subió al escenario cuando el Pazo de Feiras se llenó, ya que parte del público acudió expresamente a la hora a la que estaba prevista su actuación.
