Los chóferes temen un aluvión de multas debido a que funcionan cada vez más radares en la A-8

La Autovía del Cantábrico acumula quejas del sector del transporte, que ahora expresa su temor ante la posibilidad de que se produzca un aluvión de multas cuando entre en funcionamiento el radar de tramo —de momento solo está operativo en dirección de Lugo hacia A Mariña— y otros dispositivos de control de la velocidad que lleven aparejadas limitaciones a 50 kilómetros por hora a causa de la falta de visibilidad motivada por la intensa niebla.

El transportista Pablo Linares, que circula por la A-8 al menos dos veces por día con pescado desde Burela a Vigo, lamenta que la velocidad esté limitada a menudo por la bruma y constata que "no tramo está todo preparado para aplicar novas sancións, xa están as cámaras colocadas e cando haxa limitacións diarias a 50 vai haber unha salvaxada de multas. A ver quen circula por ela, eu penso que moitos terminarán por abandoar a autovía, tamén os turismos", asegura este camionero.

Linares indica que los paneles luminosos ya limitan a menudo la velocidad a 50 cuando hay niebla. "Eu para ir así, xa prefiro coller a nacional (N-634), total son entre sete e dez minutos de diferencia", explica. Este chófer considera que de continuar las cosas así, "haberá que parar de ir por aí".

El sector preferiría que se pudiese circular por la autovía, debido a la comodidad que supone, "pois cambia moito de ter que saír ás rotondas e seguir a ruta por unha vía con moitas curvas e perigosa, na qaue tes que compartir a calzada cos coches", explica Linares.

Otros camioneros especulan igualmente con las señales tapadas y la posible habilitación de nuevos sistemas de desvío y limitación de la velocidad, incluidos semáforos de carril, pero por ahora solo se han verificado multas por rebasar los 80 kilómetros en la zona del radar de tramo.

TAPIA. El Ministerio de Fomento dio este viernes la orden de reabrir al tráfico habitual en los cuatro carriles de la Autovía del trayecto de Tapia de Casariego que estaba en obras desde el pasado 15 de septiembre.

Las obras continúan aún en otro de los tramos, hacia Navia, pero por el más próximo a Ribadeo, de cinco kilómetros, ya se puede circular con normalidad. Los trabajos se adjudicaron por 812.870 euros para mejorar el firme salpicado de baches. En sentido Santander, hubo que cerrar los dos carriles y habilitar el doble sentido en el margen contrario.