La comarca chairega se antoja poco menos que la Tierra Prometida en lo que a longevidad vital de sus habitantes se refiere, ya que si bien los municipios administrativamente adheridos a esta comarca de interior de la provincia lucense son lugar de empadronamiento de poco más de 50.000 habitantes, resulta no poco llamativo que más de 2.500 de estos empadronados superen ya la barrera de los 85 años, según los datos censales computados por el Insstituto Nacional de Estadística (INE).
Los datos demográficos de la comarca chairega llaman la atención en cuanto al grado de envejecimiento de la población que muestran, pero lo llamativo no es que casi un 5% de la población empadronada rebase la cifra de 85 años, sino que un alto porcentaje de estos mayores supere ya la considerable cifra de los 100 años. De hecho, los datos arrojados por los diversos órganos que se ocupan de las estadísticas demográficas computan en más de una treintena los vecinos centenarios de la comarca chairega.
La longevidad de la población es especialmente signifitiva en el municipio de Guitiriz, que hoy en día alberga en su territorio a media docena de centenarios, una condición privilegiada de la que actualmente disfrutan Dolores Ares Ferreiro, Josefa López Peteiro, Carmen Bergantiños Barral, Carmen Blanco López, Domingo Servio Bello y Manuel Lodeiro.
Un caso similar al de Guitiriz es el que afecta al municipio de Xermade, una demarcación territorial que apenas cuenta con 2.300 vecinos empadronados, pero que puede presumir de tener entre sus habitantes a un cuarteto de centenarios, tales como son María Carballeira Polo, Sinforosa González Paz, María Luz Ramos Silva y Celestina Penabad García, quien a sus 103 años es la vecina más longeva del municipio, donde este año falleció otra convecina centenaria como era Manuela Carballo, quien dejó este mundo con 107 primaveras.
El municipio de Begonte no es ajeno a la prolongada existencia vital de sus vecinos, tal y como lo demuestra su padrón de habitantes, en el que se cuentan dos vecinas centenarias nacidas respectivamente en los años 1907 y 1908. Un caso similar al de Begonte es el que se aprecia en el municipio pastoricense, donde actualmente residen tres centenarios o casi centenarios, tales como son José María Iglesias García, un vecino de Aguarda que el próximo día de Reyes cumplirá un siglo de vida, mientras que su vecino Manuel Vidal Arias, de la parroquia de Lagoa disfrutará ya estas navidades de sus bien llevados 102 años, una longevidad vital tan sólo superada en la comarca chairega por Nicasia Basanta Soto, de 104 años y también vecina de la parroquia pastoricense de Aguarda.
Los municipios de Meira, Ribeira de Piquín y Muras no hallan en su padrón de habitantes ningún centenario, a diferencia de lo que ocurre en Pol, donde la vecina de Arcos Carmen Irimia Campos acaba de celebrar hace apenas unos días su 101 aniversario, una edad que la convierte en la vecina de más edad del municipio polense, seguida de cerca por Elvira Díaz Abuide, vecina de Mosteiro, que ya ha cumplido el siglo de vida.
El número de centenarios en Abadín es más reducido y se limita a un único vecino, el vecino de Moncelos Magín Abelleira, quien, a sus 103 años, se convierte en el vecino más longevo del ayuntamiento, un privilegio del que difruta el vecino de la parroquia de San Xiao de Mos, en el municipio de Castro de Rei, Francisco Rodríguez Prieto, quien acaba de cumplir 101 años. Asimismo, en este concello también reside otra centenaria, como es Angustias García Anda, quien alcanzó hace dos semanas la condición de centenaria.
Otro de los municipios chairegos que disfruta de un vecindario longevo es el de Cospeito, un concello que cuenta en su padrón con al menos cuatro centenarios, una condición privilegiada que comparten Josefa Castro Díaz, quien disfruta de sus 101 años en el barrio de A Fonte de Santa María de Cospeito. El vecino de Bexán, también en Cospeito Pedro Portela Rodríguez, ha celebrado ya 101 aniversarios, una edad similiar a la que cuenta la vecina de Muimenta Generosa Rodríguez García, una vecina coetánea de Josefa Vigo Lodeiro, natural del barrio de A Fonte de la parroquia de Santa María de Cospeito, quien también cumplió este año su primer siglo de vida.
A este elevado número de chairegos que ya alcanzaron o, en su caso, rebasaron el siglo de vida, cabe añadir otra decena de vecinos censados en la capital chairega, cinco hombres y otras tantas mujeres, que, según los datos facilitados desde el Concello vilalbés también superaron los cien años de edad.
