Cervo despide a las brujas y casi al verano

La Queimada Popular de Cervo se preparaba al cierre de esta edición para arrancar una representación a mitad de camino entre el teatro, la escenificación mitológica y el espectáculo de masas que cada año concita en la Praza do Souto a miles de personas interesadas en asistir a la representación de un espectáculo ancestral.

En este caso, se trata de una escenificación que corre a cargo del colectivo Airiños do Xunco y que está declarada de interés turístico gallego. En cierto modo no es de extrañar que así sea porque lo cierto es que la asociación cultural cervense tuvo mucho tiempo para mejorar la fiesta.

La primera edición se remonta al año 1978 aunque no nació con el espíritu que tiene en este momento y fue viviendo diferentes modificaciones a lo largo de los años.

Lo que sí que tuvo siempre fue el ánimo de ofrecer a los asistentes un espectáculo cada año diferenciado del anterior. Además no suelen dolerles prendas en presentar espectáculos innovadores, en los que las representaciones son particularmente cuidadas y a veces hasta arriesgadas, algo que las hace muy especiales y que al mismo tiempo ofrece al público en general la posibilidad de ver un show que se aparta bastante del clásico conxuro de la queimada que tanto se repite en toda Galicia durante el verano.

El responsable de Airiños do Xunco, Rafael Blas, explica que el espectáculo previsto para la madrugada de este sábado no era particularmente largo, alrededor de media hora que estaba previsto que comenzase en torno a la medianoche, si bien los actos de la fiesta en general ya habrían comenzado mucho antes, con actividades en la plaza cervense ya desde las once de la noche, aunque no de la propia representación.

Al margen de Airiños do Xunco, sacar adelante algo así exige un gran esfuerzo y entre la directiva y los voluntarios que les ayudan se junta un centenar de personas. Luego son unas cuarenta las que intervienen directamente en la representación.

Mucho antes, a las diez de la mañana, se abrió un mercado tradicional que se hace coincidir siempre con esta fiesta. Aunque no lleva tantos años como la Queimada en sí misma, son ya veinte las ediciones las que dura.

En el mismo se pueden encontrar puestos muy distintos entre sí, desde los clásicos de artesanía a otros de alimentación como dulces o stands de diferentes tipos de comida, generalmente comida típica gallega.

Además de Airiños do Xunco también el Concello de Cervo tiene un papel destacado en esta fiesta. El alcalde cervense, Alfonso Villares, explica que aunque ya es obvio que el colectivo organizador tiene sobrada experiencia, desde el puesto que le corresponde les brinda toda la ayuda que necesitan para sacar adelante otra de las tres fiestas de interés turístico con las que cuenta este municipio mariñano.

Villares califica de "un auténtico espectáculo" cómo queda la Praza do Souto "con todo apagado, o son dos carros e música soando. Unha escena típica galega que se ve mellorada pola propia configuración do pobo de Cervo, que fai que sexa moi especial revivir este rito clásico galego".