La jornada de ayer en la playa de As Catedrais fue para muchos la de mayor concentración de visitantes que se recuerda. Las altas temperaturas, cercanas en algún momento a los 30 grados, animaron a acudir a los turistas hasta este monumento nacional ribadense. En total, a lo largo del día, fueron más de 10.000 las personas que en algún momento se acercaron al arenal.
Esta aglutinación de gente propició que se formasen atascos importantes en la circulación debido a que las tres zonas de aparcamiento disponibles estaban prácticamente llenas. De hecho fueron muchos los turistas que estacionaron sus vehículos en el área donde normalmente aparcan los usuarios de otros arenales, teniendo que desplazarse a pie y por el arcén más de medio kilómetro. La Guardia Civil desplazó a un importante dispositivo para tratar de agilizar la circulación y para evitar problemas mayores. No obstante el elevado número de visitantes dificultó mucho su labor, sobre todo alrededor de las 16.00 horas, ya que con la subida de la marea se produjo una salida conjunta de casi 3.000 personas.
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