Cataluña como problema

EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL avala la mayor parte del Estatut, mantiene el término nación en el preámbulo y recorta 15 artículos. Una salida que debería dejar satisfechos a casi todos.
No es así. Montilla ya se puso al frente de la manifestación. La circunstancia electoral y el largo tiempo de espera e indefinición agravan la percepción. Y rebrota el problema catalán.
Un Estatut que encontró escaso apoyo en los ciudadanos convocados a referendo acaba por ser el nuevo desencadenante del histórico problema de Cataluña y España. Si es cierto que
el independentismo creció en estos años también lo es que el sentimiento de pertenencia a España, con gradaciones diferentes, está presente en un amplio porcentaje del catalanismo y de los catalanes. La vieja cuestión de la integración territorial dentro del proyecto común está pendiente. No se resuelve con manifestaciones contra sentencias ni con rechazos de la pluralidad.

EL CONSELLEIRO HERNÁNDEZ
Probablemente Agustín Hernández sea el conselleiro más eficiente de la actual Xunta. Un buen motivo para situarse en centro de la diana de la oposición. Esta valoración es en términos
políticos; la jurídico-legal de sus actuaciones anteriores corresponde a los jueces. Está citado a declarar ante la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. En el terreno
estrictamente político, para pedir su dimisión o su destitución fulminante, como hizo ayer el secretario de Organización de los socialistas gallegos, habría que esperar a que las instancias
judiciales determinen si le acusan o no. Sólo la citación a declarar tras la denuncia, como imputado, claro, no debería ser el momento para la calificación de «intolerable». Ese vendrá, o no, después de la declaración del próximo viernes. La agitación es alta en la política gallega.

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