Después de dos años al frente del Hospital da Costa, Carmen Durán Parrondo, seguirá con su carrera en la sanidad en una subdirección general en la central del Sergas en Santiago. Todavía no se ha producido su cese de manera oficial ni se conoce el nombre de la persona que la sustituirá al frente del centro, pero solo falta que se cumplan los plazos administrativos para que abandone Burela. Llegó con ilusión y con una cartera de proyectos en mente que fue haciendo realidad poco a poco, aunque reconoce que el hospital mariñano no tiene nada que ver con otros centros comarcales y destaca su singularidad, siempre para bien, por encima de cualquier otra cosa. Quita hierro a un nuevo relevo en la dirección del centro, otra vez dos años después del nombramiento, y sostiene que es lo normal en cualquier equipo directivo.
¿Qué valoración hace de estos dos años al frente del Hospital da Costa?
Ha sido una de mis mejores etapas profesionales. Estoy muy emocionada y muy agradecida, porque le debo mucho al hospital y a sus trabajadores, que fueron muy colaboradores y generosos conmigo. Si algo puede definir mi etapa al frente del centro es la colaboración que hubo entre todos y juntos conseguimos muchas cosas.
¿Logró hacer realidad los proyectos que traía en mente?
Muchos de ellos sí. Por ejemplo, quería mejorar Oncología, y conseguimos que se preste atención cinco días a la semana, además de aumentar el número de vías rápidas para la detección de la enfermedad. Se creó el comité de tumores y una gestora de los casos. También quería acercar el hospital a los usuarios y creo que se consiguió con pasos como aumentar el servicio de Hospitalización a Domicilio y desarrollando la unidad de cuidados paliativos, que tiene una consulta específica. Además se puso en marcha la consulta para enfermedades musculoesqueléticas, que fue algo que anuncié al llegar, y en esta última semana echó a andar una de educación diabetológica. Y 2016 dejó los mejores datos en las listas de espera, tanto en la quirúrgica como en consultas. Todo esto lo hemos avanzado juntos y me voy muy satisfecha por ello.
"Hay que trabajar aquí para evaluar las verdaderas características y la complejidad que tiene este hospital"
Con usted se puso en marcha el Plan Director.
Era un compromiso que también tenía y ya está. Además se creó una comisión de seguimiento de las obras para combinarlas con la actividad asistencial. Los mimbres están puestos y su culminación significará un antes y un después para la sanidad en A Mariña.
¿Deja algo pendiente?
Hay áreas de mejora. Decir lo contrario sería injusto, pero estoy satisfecha porque en esta etapa he cumplido con los compromisos que tenía.
¿Algún consejo a su sucesor?
No puedo poner deberes a nadie. La persona que venga debe desarrollar sus propios proyectos y establecer las áreas de mejora. Pero a nivel del Sergas hay empeño en acercar la asistencia sanitaria a la ciudadanía.
¿Pudo comprobar que este hospital comarcal es especial?
Sí. Para evaluar las características del hospital hay que venir y trabajar aquí. Las ideas que traía sobre él no se ajustaban a la realidad. Tiene una cartera de servicios que lo alejan de un comarcal y atiende a pacientes con un alto grado de complejidad. Y tiene una característica que lo hace casi único y es la implicación y el sentido de pertenencia de los trabajadores y de los pacientes.
¿Qué destacaría como lo más positivo de esta etapa?
Sin duda y desde el día 0, los profesionales. No solo colaboran sino que plantean proyectos para seguir mejorando. El equipo humano fue lo que más me ha sorprendido gratamente y lo que me permitió llevar a cabo mi proyecto.
¿Y lo más negativo?
Soy muy positiva. Pero si tuviera que elegir algo sería en el plano personal no en el profesional, por tener que estar fuera de casa.
¿Cómo recordará este hospital?
Ha sido un antes y un después para mí. Lo quiero recordar como un periodo repleto de emociones y de agradecimiento. Han sido dos años magníficos. Llevo A Mariña en el corazón y me va resultar muy dificil olvidar esto. Nunca pensé que llegaría al nivel de implicación que llegué y nunca me cansaré de hablar de la excelencia del equipo humano, al que le tengo que reiterar mi agradecimiento más sincero. Me han hecho sentir como en casa.
¿Cómo se plantea esta nueva etapa profesional?
Muy ilusionada y como un reto más, porque un cambio es afrontar nuevas cosas. Pero la afronto con la perspectiva que me da todo lo que he aprendido en estos dos últimos años.
