El responsable de Cáritas en Viveiro, Antonio Ferreiro, no podía estar ayer más contento por la ayuda que les prestaron los voluntarios de Alcoa para reorganizar su ropero. «Trabajaron con un entusiasmo que era para saltar de alegría el verlos así», decía.
En esta ocasión participaron una docena de trabajadores de la fábrica de San Cibrao, que «pusieron baldas, limpiaron y habilitaron otro local» para tener la ropa más ordenada y en mejores condiciones. «En el ropero necesitábamos estanterías, teníamos alguna y colgadores, pero cuantas más tengamos mejor», relata Ferreiro. Además contaban con mobiliario «donado por Modesto Novo, de cuando cerró la tienda», y que en Cáritas agradecieron mucho. Entonces primero «se quitaron unas baldas que tenían pocos estantes y se pusieron otras que quedan de maravilla», aseguró.
|
Consiga AQUÍ la información completa |
