Las instalaciones de la asociación María Mediadora de Vilalba, que funcionaron como centro de acogida de menores hasta el año 2001, volverán a abrir sus puertas en 2018 gracias al convenio de colaboración entre esta entidad, la Unidad Pastoral de Vilalba, la Diócesis Mondoñedo-Ferrol y Cáritas Arciprestal para que pase a ser la sede de esta última en la capital chairega. "Es una gran noticia para nosotras, estamos muy contentas", reconoció Rocío Vizoso, secretaria de María Mediadora, que recordó que desde que se cerró el centro "se estuvieron mirando opciones para darle uso, como la guardería municipal o el centro de día, pero ninguna llegó a buen puerto".
Así, se habilitará una zona en la planta baja con acceso independiente para atender a los usuarios de Cáritas, que se estima que rondarían entre las 70 y 100 familias, según indicó uno de los párrocos vilalbeses, Juan Pablo Alonso. La nueva sede contará con un horario de acogida para los usuarios, oficina y capilla, además de aulas para impartir diversos cursos como podrían ser de español para inmigrantes o de inserción en el mercado laboral, así como "otros que vayan surgiendo con asociaciones y entidades que colaboran con Cáritas", dijo Alonso.
Ambas instituciones firmaron un acuerdo con la Diócesis Mondoñedo-Ferrol y la unidad pastoral local, que se hará efectivo en 2018
En esta sede trabajarán los doce voluntarios de Vilalba y otras parroquias del entorno, que contarán con la colaboración de una trabajadora social aportada por la Diócesis para llevar un seguimiento de los expedientes. "Se priorizará el trabajo en equipo y la ayuda a personas y familias residentes en Vilalba y alrededores, además de los proyectos de integración, formación y orientación familiar frente a otros como el reparto de ropa y alimentos", comentó el párroco vilalbés, que junto a sus dos compañeros Antonio Domínguez y Uxío García Amor y miembros de María Mediadora acompañaron a la directora de Cáritas Diocesana, María Victoria González, a una visita por las instalaciones.
"La idea de las cuatro 'mediadoras', de las que solo queda una, era ceder la casa para la parroquia, para causas sociales que necesite el pueblo, y el proyecto con Cáritas es algo asequible", aseguró Rocío Vizoso. El siguiente paso será hacer unas pequeñas reformas y dotar de equipamiento informático y de oficina la nueva sede, así como buscar voluntarios para dar las clases. "Necesitamos un poco más de ayuda para arrancar, por lo que hacemos un llamamiento a las personas que quieran hacer donativos que se pongan en contacto con los párrocos", dijo Alonso.