Cantando bajo la lluvia

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La lluvia aguó la fiesta, pero muchos lucenses pusieron buena cara al mal tiempo y se animaron a salir.

La disposición de los ciudadanos a aprovechar el día festivo en la capital se notó, por ejemplo, en las casetas del pulpo, donde un día más hubo algunas colas para conseguir mesa. Las esperas, eso sí, no fueron como las del sábado o el domingo, días en los que a las seis de la tarde aún había clientes esperando para sentarse a comer y disfrutar de una de las esencias de las fiestas de Lugo.

Tampoco el tráfico tuvo nada que ver ayer con el fin de semana. Fue un día tranquilo y muy...

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