Cambiar el volante por el lienzo

El taxista jubilado Paco López Montero estrena en el Museo do Pan una exposición de pintura. El sarriano elige para sus obras tradiciones y rincones de localidades gallegas
Paco López, con una de sus nietas en la exposición del Museo do Pan
photo_camera Paco López, con una de sus nietas en la exposición del Museo do Pan

El sarriano Paco López Montero cambió el volante por el pincel y el lienzo, una afición que recuperó al 100% tras su jubilación como taxista. Estos días algunas de sus obras se muestran en el Museo do Pan de la panadería Pallares de Sarria.

Su pasión por la pintura empezó ya en su infancia. En ello influiría algo encontrarse en su parroquia natal, San Cristovo do Real, con pintores dibujando la iglesia de esta localidad samonense. "Ía mirar como facían os artistas que viñan e tamén me comezaría por aí a afección", apunta Paco López, quien reside en Sarria desde hace cuatro décadas.

Todavía cuenta con el primer cuadro que realizó, del que cuestiona su calidad. "Era unha pradeira cunhas casas e a perspectiva está ao revés. A miña neta faríao moito mellor", asegura entre risas. Esa obra la conserva su hermana, quien es "fanática das miñas pinturas. É a miña mellor fan", añade.

Paco López es de formación autodidacta, aunque apunta que si tiene alguna duda consulta a dos vecinas pintoras, Marisol Vázquez y Carmen Castro. Un amigo artista de la villa, Kapler, le dio un consejo sobre esta afición: "Pintar, pintar e pintar". Y lo sigue al pie de la letra.

Cuando estaba trabajando compaginaba su pasión por el pincel con el taxi que condujo durante 20 años en Sarria. "Cando tiña tempo pintaba. Botei uns anos que tiven moito traballo e non podía. Agora, ao xubilarme, volvín darlle forte", explica el vecino en el Museo do Pan de la villa.

En este se exhiben siete de sus cuadros, los cuales son un homenaje al pan, "un alimento tan fundamental da nosa vida". Los lienzos representan la siembra, la siega, la malla, la limpieza del grano, la molienda y la elaboración del pan. "Son traballos que vivín eu cando era un neno", señala.

Se decanta por realizar cuadros de "cousas galegas", que reparte entre familiares y amigos. "Galicia atrae para pintar, ten unha paisaxe moi bonita, tanto de interior como de costa", apunta con pasión. El sarriano se decanta por reproducir rincones de localidades o paisajes. "Gústanme bastante os pobos, un recuncho bonito, casas antigas ou pazos. Pintei espazos do concello de Samos ou de Sarria, como a Rúa Maior. Vou a unha aldea e vexo unha casa bonita, simpática, e fágoa", añade.

También elaboró algunos retratos, aunque no son sus trabajos preferidos a la hora de pintar.

Entre los cuadros que realizó en estos años recuerda uno del monasterio de Samos por su dificultad. "Tirei varias veces con el porque non me gustaba. Deume un traballo... Un día non che sae e o outro si", explica Paco López, quien asegura que pintar supone un "relax total", ya que "olvídaste de todo e eres feliz".

Se define como un hombre "inquieto" que necesita estar siempre activo. Por ello, recuperó con fuerza la pintura con su jubilación, hace dos años. Compagina su pasión por los lienzos con la elaboración de manualidades.

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