Caluroso desembarco para despedir el verano en Foz

La lucha con los vikingos volvió a llenar Tupide en la Festa Normanda

Por primera vez se celebró en septiembre la Festa Normanda de Foz, lo que no impidió este sábado un lleno en el desembarco vikingo escenificado en Tupide, en una calurosa mañana para despedir el verano de playa. "O milagre é completo", decía el obispo Chinchón, en el estelar papel de San Gonzalo, gracias a cuya intervención las gentes de Foz pudieron vencer, un año más, a las tropas normandas, aguerridos guerreros de ojos claros que osaron desembarcar en Tupide para tratar de conquistar la localidad. Y decía el obispo lo del milagro, porque además de hundir con sus rezos las embarcaciones vikingas logró que en Foz luciera un día espectacular, del que no se pudo gozar en buena parte de agosto.

Y fue el mejor de los reclamos para acercarse hasta una localidad que este verano habla ya de récord, a punto de conocerse el balance de las visitas de agosto tanto a la oficina de turismo como a la basílica de San Martiño en un verano que distó mucho de ser el idílico del pasado año, en cuanto a sol se refiere.

"A verdade é que sempre tivemos sorte co tempo", aseguró el prelado, todavía bajo palio, acompañado de su séquito de gandalleiros, todos ellos muy metidos en su papel, pero ninguno como el obispo, ataviado incluso con unas gafas de cartón que le impiden ver para simular el torpe movimiento del verdadero San Gonzalo, que se le supone un señor de edad con dificultades para caminar. Este domingo, a las cinco y media será el desembarco infantil.

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