Burela cocinó a fuego lento su preciado manjar mariñano

Reparto de las primeras raciones de bonito, en el puerto de Burela. (Foto: Antonio López)
photo_camera Reparto de las primeras raciones de bonito, en el puerto de Burela. (Foto: Antonio López)

ENTRE los profesionales de la mercadotecnia y los entendidos en comercialización se acostumbra a decir que cuando un producto cumple con las expectativas de quien lo adquiere, gusta y además se encuentra caracterizado por un precio más o menos competitivo cumple el principio denominado de las tres bes.

Las teorías de estos tiburones del márketing nadaron este fin de semana al mismo ritmo que el denominado príncipe azul del mar cantábrico que durante la XXIX Feria do Bonito de Burela llegó, cumplió y triunfó. Cumplió las expectativas de quienes durante los días anteriores se atrevieron, en ese alarde de seguridad que da la experiencia, a hacer vaticinios ganadores.

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