NO HACE MUCHO Lugo acogió la fase final de la Copa de España de fútbol sala. Fue en 2007, cuando de la crisis solo había brotes verdes y el mundo del deporte nadaba en la abundancia. El fútbol sala era un claro exponente de aquellos tiempos, con equipos repletos de calidad y jugadores llevándose suculentos sueldos a casa cada mes. El Azkar era uno de ellos.
La directiva del equipo lucense apostó fuerte allá por 2007. La Copa se jugaba en casa y quería causar una buena impresión. Julián Naranjo, el elegido por Manolo Vázquez para el banquillo, disponía de una plantilla de lujo. Marcelo, PC, Paulinho, Fernandinho, Mimi, Riquer, Werner, Adri...
Al final llegó el Carnicer con un equipillo de andar por casa y eliminó al Azkar a las primeras de cambio de la Copa. El sueño se tornó en pesadilla y el potencial del equipo lucense nunca fue igual desde entonces.
No fue un problema exclusivo del Azkar, sino de la inmensa mayoría de equipos del fútbol sala español. ¿Qué fue del Playas de Castellón, o del Polaris World Cartagena? La crisis se instaló en España y llegó el momento para la cantera.
En eso el Azkar contó con una ventaja sobre la inmensa mayoría de equipos. Siempre cuidó el trabajo con los chavales y cuando tuvo que recurrir a ellos se encontró con una camada que no desentonaba, ni mucho menos, en la máxima categoría.
Parecía que el proyecto estaba salvado, pero resulta que no. El pasado jueves Diego Ríos hizo públicos los problemas económicos del Azkar Lugo. Al parecer los retrasos en las mensualidades son importantes y se debe dinero a gente que hace tiempo ya no está en el club.
Ahora, en 2014, cuando dicen que se empiezan a ver brotes verdes de la recuperación económica, Lugo aspira a hacerse con la organización de la Copa de 2015. Suena extraño que se hable de traer el torneo a la ciudad, con lo que eso cuesta, con su equipo más representativo en plena crisis económica.
Tiene mala pinta esto del Azkar, pero de momentos tan duros como este siempre se saca algo en limpio, y esta ocasión ha sido el comportamiento de una plantilla, un cuerpo técnico y unos empleados que han sido capaces de cumplir con su trabajo a pesar de todo. Con gente así es más fácil que los brotes verdes se conviertan finalmente en algo más.
Ancelotti y Arbeloa dan la cara por Diego López
Después de dos derrotas en cuatro días el título de Liga se le ha puesto muy cuesta arriba al Real Madrid. ¿Culpable? Para mucha gente que trabaja en los medios de comunicación: Diego López. ¿Sorprende? No. Para ellos ya debería estar en el banquillo cuando el equipo blanco batía récords y lideraba la clasificación.
Tras la derrota ante el Sevilla, la legión de ikercasillistas se lanzó como lo haría un buitre sobre un cadáver en busca de la titularidad. Pero Diego López aún respira. Y por si había dudas ahí están las reacciones de su entrenador, que aseguró que jugará hoy ante el Rayo porque lo está haciendo muy bien, y de su compañero Arbeloa, que colgó una foto en Twitter con el meta haciendo público que está con él a muerte.
No son dos apoyos cualquiera. El entrenador y uno de los jugadores con más peso en el vestuario confían en Diego López y dejan de paso un mensaje a los que quieren ver al lucense en el banquillo. En la parcela deportiva del Madrid, por ahora, manda el que tiene que mandar.
Javier Fernández patina de nuevo hasta el podio
Javier Fernández insiste en que el país se acostumbre a ver a un español en el podio de un Mundial de patinaje artístico. Y mira que cuesta...
Lo de este chico tiene un mérito tremendo. Ahora que vive en Toronto, donde patinar es un arte, y es entrenado por Brian Orser todo parece sencillo, pero cuesta imaginar las que tuvo que pasar este madrileño para llegar hasta aquí.
Ayer se hizo con la medalla de bronce en el campeonato del mundo de Saitama (Japón). Es la segunda vez que se sube al tercer peldaño del cajón en un Mundial y, sin duda, forma parte de la élite planetaria.
Lástima que en su árbol genealógico no haya un Fernández Ochoa, la única manera de lograr una medalla en unos Juegos Olímpicos de invierno si eres español, por lo que parece. María José Rienda no la ganó en 2006 después de lucirse en la Copa del Mundo y Javier Fernández acabó cuarto hace poco en Sochi. A ver si para 2018.
