Lleva apenas cinco meses en Londres y ya vivió dos atentados. Y su objetivo —y sobre todo el de su cámara— siempre es ir hacia el lugar del ataque. No en dirección contraria.
"Solo nos decían que no era seguro y no sabías lo que podía pasar"
"Estaba en casa y llamaron a mi compañero de piso, que trabaja para una agencia y le contaron que había habido otro ataque, otro atropello, un posible atentado. Cogimos las cámaras y saltamos. Aún no había salido nada en los medios", explica el fotógrafo vilalbés Brais G. Rouco mientras relata un viaje entre
prisas y dudas. "Cerraron líneas de metro y tuvimos que coger un Uber, ahí nos enteramos del
segundo ataque, el de Borough Market", dice.
De su primera imagen de London Bridge relata: "Me impresionaron mucho los helicópteros volando tan bajo. La Policía todavía estaba desplegándose. Escuchabas sirenas de un lado para otro y veías luz azul, todo era azul".
"La seguridad fue más fuerte de lo normal. Más que en el Puente de Westminster en el otro atentado. El sábado, aunque tuvieras carné de prensa no dabas pasado a las zonas de seguridad y la unidad antiterrorista estaba cacheando a todo el mundo, con perros, por si encontraban posibles bombas", continúa el vilalbés.
"Me impresionaron mucho los helicópteros volando tan bajo. La Policía todavía estaba desplegándose. Escuchabas sirenas de un lado para otro y veías luz azul, todo era azul"
"Había mucho contraste. Por un lado mucha tensión, nervios, policía. Y por el otro, gente con su pinta en la mano, grupos cantando. Te encuentras de todo: unos en shock, otros que no se enteran y también curiosos", relata.
La información durante las primeras horas era escasa. "En ese momento no se sabía casi nada. Era muy confuso. No sabían si había más terroristas", dice, y reconoce que tardaron "horas" en saber que "la situación estaba controlada".
"Solo nos decían que no era seguro y no sabías lo que podía pasar". ¿Y no aparece el miedo? "Miedo sí, pero así es el trabajo, y este curro es ir hacia lo que pasa. En el momento no lo piensas, pero luego empiezas a recibir mensajes de familia, amigos preocupados..., pero tienes que mantener la cabeza fría".
Él lo tiene claro. "No me planteo salir corriendo". "No te puedes parar y la gente, en el día a día, sigue su vida", dice este joven vilalbés, que esta vez se estrenó en el retrato del horror. "Aprendí, edité las fotos más rápido, tenía un contacto con una agencia inglesa y coloqué fotos". Distintos medios internacionales, incluso una web de Rusia, publicaron sus imágenes. En total, cinco de sus imágenes recorrieron el mundo.
