Las obras de la nueva captación de agua del río Viloria y la ampliación de la estación potabilizadora de Bóveda estarán terminadas en el mes de octubre, pero si antes de que rematen los trabajos, iniciados hace unos días, hay algún episodio de contaminación que no permita que los 700 usuarios de Bóveda se abastezcan de agua de la presa de Vilasouto (que nutre el río Mao) como lo hace habitualmente, los técnicos podrán hacer una conexión provisional con el río Viloria y ofrecer un servicio alternativo a los vecinos ya este verano y aún con las obras sin terminar. Ello será posible porque el proyecto se inició precisamente por la instalación de la tubería que recogerá el agua en el Viloria para atajar cualquier situación de urgencia.
Ese fue uno de los aspectos que aclararon ayer el alcalde de Bóveda, el popular José Manuel Arias, y el director de Aguas de Galicia, Francisco Menéndez, que visitaron las obras junto a la delegada de la Xunta en Lugo, Raquel Arias. Los trabajos están financiados por la Xunta a través de Aguas de Galicia, tienen un presupuesto de 573.594 euros y los acomete la firma Aqualogy Medio Ambiente.
La segunda fase depende de la Diputación
El alcalde de Bóveda lamentó que por ahora no se pueda acometer la segunda fase del proyecto que permitiría hacer un depósito de agua nuevo, una nueva área de decantación y renovar la traída de aguas de la parroquia Guntín. Esta segunda fase tenía un presupuesto de 351.000 euros y la idea era financiarla con fondos de la Diputación de Lugo, que en un principio se iban a invertir en una piscina abierta para el municipio. La idea era trasladar el dinero de la piscina a la segunda fase del proyecto del agua, pero, según defendió el alcalde de Bóveda, con el proyecto presentado, la Diputación y los concejales socialistas de la corporación bovedense dieron marcha atrás en la iniciativa.