Fue la obra civil más ambiciosa de momento y se convirtió en un emblema dentro de la ingeniería hidráulica de toda Europa. Hace medio siglo Pedro Barrié de la Maza, fundador de Fenosa y el ingeniero Luciano Yordi de Carricarte, bajo la atenta mirada del general Franco, pusieron en marcha Belesar, el embalse de los embalses.
La construcción de la presa chantadina fue una mezcla de ingeniería y circunstancias. La ingeniería fue la que permitió a Carricarte desarrollar un proyecto único para crear un embalse con bóveda de doble curvatura y 135 metros de altura. Las circunstancias del terreno, del contexto económico y social fueron las que permitieron probar en el cauce del río Miño una tecnología que dejaba atrás construcciones anteriores como la de Os Peares y convertía a Chantada en un centro de innovación. La expectación que generó la presa fue tal que a su inauguración acudió el propio Franco y las instalaciones fueron visitadas por los Reyes de España y el Príncipe Felipe. En los años posteriores a la finalización de la obra se acercaron a las instalaciones colegios y asociaciones para admirar la envergadura de un complejo hecho por más de 3.000 personas.
