La parroquia de Bazar, en el municipio de Castro de Rei, distinguió al párroco Jesús Muinelo Cupeiro, como Veciño de Honra, una condecoración simbólica instaurada hace tres años por la directiva del centro cultural Ignacio Rey Stolle, radicado en Bazar, y que en la dos anteriores ediciones había recaído en el escultor Anxo Lamas y en el longevo matrimonio formado por José Campo Uz y Modesta Andión.
El acto se desarrolló en el transcurso de la comida vecinal de la parroquia y reunió en torno a 200 personas bajo una carpa instalada en una parcela aledaña a la iglesia parroquial, donde además de vecinos, también se dieron cita el alcalde de Castro de Rei, Francisco Balado, que estuvo acompañado de varios miembros de su grupo de gobierno, así como el diputado provincial Juan José Díaz Valiño y el también exregidor de Castro de Rei Arturo Pereiro.
Este almuerzo de confraternidad sirvió no sólo para estrechar la vinculación entre los vecinos de Bazar, Coea y otras parroquias de Castro de Rei también representadas, sino también para escenificar un homenaje popular al párroco Jesús Muinelo Cupeiro, un sacerdote chairego que este año celebra sus bodas de oro sacerdotales y que actualmente administra las parroquias de Prevesos, Pacios, Outeiro y Bazar, de la que se ocupa desde mediados de los años noventa del pasado siglo XX.
«O párroco Jesús Muinelo é un home de oración e confesionario, que sempre está pendiente dos máis necesitados e que non cala á hora de denunciar as inxustizas sociais», relató el vecino José Campo Uz.
El coordinador del centro cultural Ignacio Rey Stolle, Luis Veiga, tampoco reparó en elogios hacia la figura del párroco, al que se refirió como «un home bo e xeneroso, un home que fai unión entre os veciños, que está pendente dos necesitados e que non é amigo dos cartos. Un home que naceu para crego», sentenció.
El párroco homenajeado agradeció las muestras de cariño recibidas de sus feligreses y, tras reafirmarse en su vocación, al asegurar que «se volvera a nacer gustaríame volver a ser crego», hizo un somero repaso sobre su labor parroquial con las gentes de Bazar, a las que definió como personas «serias e agradecidas».
