Baños para rejuvenecer

Vecinos de Begonte, en el spa de Santaballa, Vilalba. (Foto: C. Arias)
photo_camera Vecinos de Begonte, en el spa de Santaballa, Vilalba. (Foto: C. Arias)

Los baños como terapia se conocen desde la antigüedad. Las propiedades de éstos, beneficiosas para la salud, se aprovecharon en cientos de culturas a lo largo de toda la historia. Unos, en busca de la belleza más pura, como la mítica reina de Egipto Cleopatra, se bañaban en leche. Otros, más terrenales, prefieren el agua para rejuvenecer o, al menos, para sentirse más vivos.

Es el caso de más de seis decenas de mayores chairegos que, dos veces al mes, visitan el spa de Santaballa, en Vilalba, a través de programas concertados por los concellos, para sumergirse en las piscinas climatizadas con el fin de sentirse como peces en el agua al mismo tiempo que tratan de superar dolores óseos, musculares o circulatorios, así como para mejorar su capacidad de equilibrio y coordinación, aliviar otro tipo de trastornos como la ansiedad o el estrés, o simplemente con el objetivo de pasar un buen rato en compañía.

En la actualidad, son los mayores de los concellos de Begonte, Xermade y Abadín los que visitan el spa de Santaballa de manera regular en grupos de unas 20 personas cada uno. «Suelen venir una vez cada 15 días», explica la responsable de las instalaciones, Mónica Fernández.

Cada grupo tiene asignado un día y un horario. Se desplazan en autobús, un servicio de transporte que los lleva y los recoge para volver a casa tras dos horas en el agua y que normalmente sufraga el Concello. Ellos pagan la entrada y lo único que necesitan para el chapuzón son: ganas, un bañador, un gorro de piscina, chanclas y una toalla.

«La sesión dura dos horas y es diferente en cada caso, dependiendo de lo que demande cada Concello. Si los usuarios ya conocen las instalaciones, normalmente tienen baño libre. Si son sus primeras visitas al spa tienen un monitor que los acompaña permanentemente», explica Mónica, que indica que algunos bañistas prefieren compaginar el tiempo libre con actividades como tratamientos, ejercicios de gimnasia en el agua o circuitos guiados, mientras otros prefieren estar a su aire.

Pese a que en la actualidad los que visitan el spa de forma regular son los vecinos de Begonte, Abadín y Xermade, otros concellos de la comarca, como Vilalba, organizan visitas al spa. Así, un grupo de unos 40 usuarios del centro sociocomunitario de la capital chairega participó este año en un programa especial de Navidad, con varios días de actividades en las piscinas.

Otras actividades

Dentro de las actividades específicas, el spa, acoge a lo largo del año las tradicionales jornadas terapéuticas para los usuarios de la Asociación de Familias con Diversidade Funcional Intelectual de Vilalba (Asfadivi), que cada año reúnen en Santaballa a más de una veintena de jóvenes con discapacidades.

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