''Bailaba; mal, pero bailaba. No cambié mucho''

Músicos da terra / VINICIUS
Músicos da terra

Mesmo houbo un tempo no que os rapaces contabamos os anos polo paso dos sanfroiláns, tendo en conta que aquí o curso escolar comezaba daquelas xusto ao rematar as festas -algo que procurabamos refregar polos fociños daqueles que eran de fóra para lles provocar envexa e, de camiño, darnos a valer, nós e máis a cidade- e, despois do rebumbio de barracas e verbenas, do enxordecedor estrondo das motocicletas que competían pola ronda da muralla -a tan agardada corrida ‘dos amotos’ de cada outubro, da fugaz e case clandestina contemplación de determinadas partes da epiderme das descocada vedettes do Teatro Argentino e do retorno á aldea do entrañable Pelúdez, a volta ás clases era o fito máis significado do noso particular calendario.

Paco Martín / Lugo

O Teatro Arxentino. Verbena que empezaban xa pola tardiña. Onde? Pois nas prazas da cidade! Non, non era o marco idóneo calquera recuncho sen xeito. Se hoxe era no Campo Castelo, mañá, en Santo Domingo, pasado, en San Froilán ou na Praza Maior. Pola mañá, a banda municipal, dirixida polo Mestre Méndez, tocaba pezas galegas que nos facían reloucar de pracer. Grupos de gaitas andaban rúas e barrios levando dianas e alboradas, eran Os Amigos de Lugo!... e outros de por aquí.

Baldomero Iglesias do Barrio, Mero / Lugo

Otro recuerdo de nuestra infancia es el de aquella barraca de varietés en la que su número fuerte era el coruñés Mirco. Este joven imitador de estrellas -que ahora llamarían travesti-, triunfaría más tarde en el Paralelo de Barcelona y algunos años después lo veríamos actuar, con gran éxito, en el Café Mercantil de nuestra capital.

Pepe Barreiro / Lugo

O reparto dunha sesión do espectáculo que se ofrecía no teatro Melodías de España variou ao longo do tempo, pero pode estructurarse do seguinte xeito: primeiramente ofrecíase canción española, algunhas veces acompañada de baile; a continuación, breve espectáculo de equilibrismo e malabarismo; por último, viñan os monicreques cos que a familia Silvent acadaou a maior popularidade. O último número da cada sesión era habitualmente a pequena obra de monicreques titulada ‘O demo’, quen falecía ao final, mentres Barriga Verde dicía: «Señores! Morreu o demo, acabouse a peseta».

Jaime Iglesias González / Lugo

La fiesta nocturna (1913) estaba muy animada por la cantidad inusitada de casetas de todas clases, que se instalaban en el recinto, y aunque las verbenas poco se diferenciaban una de otras, estas de San Froilán era por la gran concurrencia de gente y de barracas, la más importante de la provincia. A los peques nos llamó mucho la atención un soldado, un legionario licenciado, que encaramado en un grueso barril tocaba varios instrumentos, desde un clarinete, una trompeta y con un cornetín de órdenes, repasaba todos los toques reglamentarios cerrando el concierto con una treboada dos bombos.

Amador Montenegro López-Saavedra / Lugo

Las rapazas no gustaban de asistir a los «tratos» y negocios de las ferias. Y desde antiguo reservaron su llegada a Lugo para el domingo siguiente al San Froilán, jornada de juventud, de paseos y de baile. Cuando se dice que Lugo celebra su Domingo das Mozas, hay siempre entre quienes no conocen el origen del nombre, una especie de sonrisa entre pícara y cómplice, suponiéndole a la fiesta Dios sabe qué misterios. ¡Y es tan sencillo ese origen...! Pero aquellas fiestas recatadas de feria no eran para las mozas. Estas gustan más del baile y del paseo, que permita a los galanes su cháchara. Por eso reservaban su asistencia a las fiestas hasta el primer domingo después del San Froilán.

José Trapero Pardo / Lugo

Las verbenas, además de en los barrios, tenían como escenario el templete de la Plaza de España y un palco bastante cutre que se levantaba en el centro de la Plaza de Santo Domingo, debajo de un gigantesco paraguas de luces de colores. Los días grandes, como San Froilán y el Domingo das Mozas, había dos orquestas que se alternaban en los dos escenarios; cuando terminaba la del templete un río de gente se iba a Santo Domingo para seguir meneando el esqueleto. Las lucenses Maika y Vélez eran entonces, hablo de hace más de medio siglo, algunas de los grupos que animaban las noches de San Froilán. De fuera venían la Orquesta Brigantina (tres saxofones, tres clarinetes, dos trompetas, un trombón, contrabajo, batería, acordeón, violín, gaita gallega y animadora), cuyo caché diario era de 1.300 pesetas. El grupo hacía unas cuentas muy raras porque añadía en su oferta que si los contrataban 3 días «solo son 4.500 pesetas»; o sea que salían a 1.500 pesetas día.

Francisco Rivera Cela / Lugo

Houbo un momento en que soltei amarras da familia para vivir a festa cos amigos. Atraccións, cada vez máis sofisticadas, cambios de ubicación, e novos actos como a participación dos barrios con carrozas e elección de misses dos barrios e das festas. E, como non, iamos a algunha verbena. Bailaba; mal, pero bailaba. Non cambiei moito. Cando voltei a Lugo xa gañaba. E teño que recoñocer que aproveitei, coa cuadrilla, o tempo perdido.

Xosé Clemente López Orozco / Lugo

El esperado programa de fiestas se dio a conocer el día uno de octubre de 1931; había sido editado en los talleres tipográficos Palacios, propiedad de Manuel González Palacios y en él se daba cuenta de los actos que tendrían lugar desde el día cuatro hasta el doce de octubre. El día dedicado a Ferrol, novilladas y charlotadas, la feria de ganados, sesiones de fuegos artificiales, concursos de coches engalanados, campeonatos de tiro de pichón, exhibiciones gimnásticas, conciertos de bandas de música y coros regionales, bailes y verbenas formaban parte de los números del programa y coronaban oficialmente el ambiente festivo que poco a poco iba adueñándose de la ciudad.

Nazaret López / Lugo

Unhas festas nosas, que conservan o doce sabor doutros tempos. Son festas de romaría e troula, festas de portas para fóra, festas vividas nas rúas, nas prazas. Estamos afeitos a escoitar o son da gaita mesturado co ruído dos foguetes, a bailar nas verbenas, a comer o polbo nas casetas improvisadas alá polo parque, en mesas compartidas e pratos de madeira.

Marta Rivera de la Cruz / Lugo

Van mil años y todavía no han parado de pasar las mozas. Es la más hermosa de las fiestas del otoño galaico. Uno quisiera vestirla de danzas y juegos, a la manera de las fiestas de amor de Italia o de Provenza, adornar Lugo con guirnaldas, hacer alarde de canciones propias, nombrar a la más hermosa, elegir femeninos trajes y cálidos perfumes, premiar el más gentil andar y la más ardiente declaración de amor, representar acaso, los amores de Calixto y Melibea o de Romeo y Julieta, y escoger a los que mejor bailen y canten… Pero, mientras tanta cosa se logra -y se logrará-, contentémonos con subir a Lugo con Fernando Esquío, y dejándolo a él a su solaz, quedémonos en una esquina cualquiera viendo pasar las mozas, llenando los ojos que al fin han de comer tierra, de la hermosura y la gentileza; pestañeando en el aire de su andar. Y olvidémonos de que es otoño, y de que fuera muros corren las hojas secas del bosque ya, para acariciar el corazón con tanta primavera, tanta fresca boca. ¡Domingo das Mozas! ¡Ay, quién fuera mozo, y tuviera, como el trovador, un cantar!

Álvaro Cunqueiro / Lugo

Antoloxía da Memoria de Lugo:El Progreso: luns, mércores e sábados.TeleLugo: martes, ás 22,00 horas. Reemisión diaria. Dirección: José de Cora. Imaxe: Memé Díaz. Ilustracións: Vinicius. Fotografía: Arquivo EP.

Comentarios