Aventura en la nieve

Un grupo de socios del club de montaña O Caxado de As Pontes vivió una experiencia inolvidable en su ascenso al Mulhacén
Integrantes del club O Caxado que coronaron el Mulhacén
photo_camera Integrantes del club O Caxado que coronaron el Mulhacén

 Un año más, el club O Caxado de As Pontes envió a un grupo de sus socios a vivir una experiencia inolvidable de alta montaña. Fueron un total de once los intrépidos deportistas que consiguieron ascender al pico más alto de la Península, el Mulhacén.

En la primera de las jornadas de esta aventura en la nieve, se desplazaron hasta la población de Juviles, situada en las faldas de Sierra Nevada, para pasar la noche en el albergue El Mirador de El Fuerte.

«A nosa idea era saír da localidade de Trevélez, preto de Juviles, e dende onde tiñamos pensado ascender ata o refuxio de Porqueira, pero debido as condicións do camiño, e seguindo o consello dos gardas, ascendimos dende a central de La Cebadilla», explican los montañistas.

Al día siguiente, y después de superar un desnivel de 1.121 metros en una distancia de siete kilómetros, los participantes ponteses de esta expedición se volvieron a enfundar las raquetas para coronar el Mulhacén.

La entidad organiza salidas al rocódromo de A Malata para animar a los más jóvenes a probar esta interesante disciplina

«Ao final, e dada a predición meteorolóxica, decidimos acometer a ascensión polo falso Mulhacén, xa que polo río Porqueira había moitísima neve e quedariamos enterrados ata a cintura», aseguran, mientras explican que en seis horas lograron ascender a los 3.478 metros de altitud.

«Foi unha experiencia moi boa, sobre todo para os que a vivían por primera vez», dice Óscar Carballo, uno de los participantes de la expedición, que asegura que la alta montaña «engancha» y que «cada vez queres máis e máis».

Todos los años la entidad pontesa organiza una salida de estas características, apoyando económicamente a los participantes. «Subimos noutras ocasións ao Mont Blanc ou ao Atlas. E temos pendente picos como o Kilimanjaro ou o Aconcagua», comenta Carballo, que no descarta ascender a ellos en próximas expediciones.

Ahora, el club está centrado en poder animar a los más jóvenes en este tipo de experiencias. «Cada vez hai máis afeccionados, pero queremos que os rapaces tamén se animen a probar», dice este socio de O Caxado.

Para ello, el club ya ha organizado varias salidas al rocódromo de A Malata, en Ferrol, y a otro centro de Santiago. «Alí hai unha nave enorme dedicada á escalada libre e pensamos promover máis saídas cos colexios para que os pequenos vaian practicando e coñecendo esta disciplina», añade, esperanzado en que cada vez sean más los que se animen a vivir una aventura en la nieve.

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