Autores y editores recuerdan a Balcells como una revolucionaria y precursora del 'boom' latinoamericano

Mario Vargas Llosa, José Creuheras o Jorge Herralde recuerdan su longeva relación con la agente

El mundo editorial y los grandes autores de la literatura española recuerdan la figura de Carmen Balcells como un personaje imprescindible para la dinamización del mundo editorial en una época determinante para la literatura española y latinoamericana.

La muerte de la agente literario ha coincidido este lunes 21 de septiembre con el fallo del Premio Nacional de Literatura, del cual ha resultado galardonado Ignacio Martínez de Pisón, por su obra La buena reputación. El autor ha comentado sobre Balcells que "era una gran reina de la literatura", una impresión que tuvo tras coincidir con la misma en una cena a la que fue invitado, en la que pudo percibir que si había alcanzado ese estatus "durante tantos años" era porque era una mujer de "mucho carácter".

Mario Vargas Llosa también ha dedicado unas palabras sobre quien fue su agente desde los años 60. Confiesa que la visitó hace tres días y que, aunque la vio "como siempre", tuvo "el siniestro presentimiento" de que era la "última vez" que estaba con ella.

"Su físico estaba realmente en ruinas y era imposible no preguntarse cuánto tiempo más esa ruina física seguiría sosteniendo a esa maravillosa cabeza y esa energía indómita", ha escrito el Nobel en la edición digital de El País tras conocer su fallecimiento.

La noticia, detalla, le ha caído "como un rayo" porque hace tres días estuvo "despachando, comiendo, cenando con ella" y estaba "muy lúcida, llena de proyectos, realistas y delirantes. Como si fuera a vivir siempre".

Balcells, sostiene Vargas Llosa, "revolucionó la vida cultural española" al cambiar "drásticamente" las relaciones entre editores y autores.

"Gracias a ella los escritores de lengua española comenzamos a firmar contratos dignos y a ver nuestros derechos respetados. De otra parte, ella indujo y hasta obligó a los editores de España y de América Latina a volverse modernos y ambiciosos, a operar en el amplio marco de toda la lengua y a sacudirse la visión pequeña y provinciana que tenían", afirma.

"Nos cuidó, nos mimó, nos riñó, nos jaló las orejas y nos llenó de comprensión y de cariño (...). Era inteligente, era audaz, era generosa hasta la locura, era buena y su partida deja en todos los que la conocimos y la quisimos un vacío que nunca nadie podrá llenar. Carmen queridísima, hasta pronto", añade el escritor.

Por su parte, el presidente del Grupo Planeta, José Creuheras, ha señalado en declaraciones a Efe que el fallecimiento de Balcells es "una triste noticia", porque desaparece "una de las personas que más ha contribuido a dinamizar el mundo editorial".

Creuheras ha subrayado que, "sin ningún género de dudas", Balcells, fallecida este lunes en Barcelona a los 85 años, "llevó a cabo un gran trabajo para facilitar la relación de los autores con los editores".

Además, ha añadido, "fue una pieza clave en el desarrollo del 'boom' latinoamericano desde Barcelona."

También se ha manifestado al respecto el presidente del Grupo Planeta, José Creuheras, ha señalado en declaraciones a Efe que el fallecimiento de Carmen Balcells es "una triste noticia", porque desaparece "una de las personas que más ha contribuido a dinamizar el mundo editorial", así como que,  "llevó a cabo un gran trabajo para facilitar la relación de los autores con los editores" y concretó que fue "una pieza clave en el desarrollo del 'boom' latinoamericano desde Barcelona."

Por su parte, el editor de Anagrama, Jorge Herralde, que conocía a Carmen Balcells desde hacía casi cincuenta años, ha coincidido con Ceuheras en esta idea respecto a la explosión de la literatura latinoamericana, y a le hace "una de las grandes responsables" del éxito de sus respectivos autores.

Herralde ha confesado que la noticia de su muerte ha sido "muy inesperada" pues, como ha recordado, "hasta el último momento ha estado en pie de guerra y nunca mejor dicho, con las múltiples conversaciones sobre las asociaciones o ventas de su agencia literaria".

Herralde ha resumido la figura de Balcells como "un personaje tan complejo y polifacético que ha sido una de las grandes responsables del boom latinoamericano, que, además de ella, tuvo otros dos padres, Carlos Barral y Paco Porrúa".

A juicio de Herralde, Balcells "asumió un protagonismo muy destacado en el sector, ayudó a muchos autores e introdujo unas prácticas en la edición en España para que los editores tuvieran unos contratos menos feudales con los autores".

Herralde conoció a Carmen Balcells en 1967 o 1968 en Cadaqués, cuando aún estaba preparando la editorial Anagrama, "en su época de máxima ebullición" y se hicieron "muy amigos".

Confiesa el editor de Anagrama: "hemos tenido períodos de gran amistad y períodos más tormentosos profesionalmente, porque ella era un personaje difícil y complicado", sin embargo, añade, "últimamente, quizá porque no tenía casi autores que ella representaba, teníamos una relación esporádica pero muy cordial".

Recuerda Herralde que las dos últimas veces que se encontró con ella fue en una mesa en sendas comidas en su casa: una con Wendy Guerra, una especie de hija adoptiva de Gabriel García Márquez, cuando publicó su novela Todos se van; y otra con Mario Vargas Llosa, en la que también estaban Patricia y su hijo Gonzalo, porque acababan de publicar un libro de conversaciones suyas con Claudio Magris.

De aquella experiencia, Herralde deriva: "Era una grandísima anfitriona, con unas comidas que preparaba con delicadeza y opulencia".

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