Circular por el trayecto de la Autovía del Cantábrico (A-8) que discurre por la localidad ribadense, sobre todo por la noche, es cada vez más peligroso, a tenor del incremento del número de atropellos a jabalíes registrado desde el pasado mes de agosto. El tecor de caza, cuyas tierras atraviesa la citada infraestructura, batió 14 ejemplares desde que comenzó la temporada, pero ello no evitó que se produjeran otros nueve accidentes en verano y dos más este mismo mes.
Parte del problema, denunciado también por el alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, estriba en el hecho de que el vallado de la autovía en este tramo continúa sin anclarse correctamente, a pesar de que el Ministerio de Fomento anunció a principios del verano que la actuación para fijarlo estaría «finalizada en agosto». Sin esta sujección, los jabalíes continúan accediendo al vial excavando por debajo de la valla, para cruzar hacia los maizales de la costa de A Devesa.
Por otro lado, el aumento de la población de estos ejemplares en la zona y el problema concreto que se vive en Ribadeo respecto a la seguridad vial llevaron a la Xunta a conceder un permiso especial al tecor de caza de Ribadeo O Faisán para que pudiese organizar una batida el pasado día 12, durante la festividad del Pilar.
Sin embargo, los cazadores consideran insuficiente este permiso especial, ya que el colectivo afronta el pago de cuantiosas indemnizaciones a los propietarios de los vehículos siniestrados.
De hecho, recientemente, el tecor se vio obligado a cambiar de aseguradora y la nueva entidad espera ahora el resultado de las últimas denuncias recibidas por los nueve atropellos a jabalíes registrados en agosto y por otros dos del mes de octubre, lo que hace peligrar la supervivencia de la asociación local de cazadores, para quienes bastaría «con que Fomento vallase la carretera».
