«ES NORMAL QUE los ciudadanos expresen su descontento. Resulta evidente que la crisis está lejos de resolverse, y que los estados, pese a los esfuerzos que han hecho para salvar a los bancos, no han atacado el problema fundamental de la economía financiera. Es lógico que la gente que sufre las consecuencias de todo esto reaccione y se indigne». Este párrafo de Stéphane Hessel sobre lo que sucede en España pertenece a unas declaraciones a El Periódico de Catalunya. Es el autor de «Indignaos», un héroe de la Resistencia francesa y diplomático retirado. ¿Es este librito la inspiración del fenómeno? Como «La Voie», de Edgar Morin, aparecida en Fayard a principio de año, con las propuestas de reformas, no emplea otro concepto más radical, para el siglo XXI. En la dimensión política hay dirigentes que se sitúan en posición de trinchera ante un fenómeno sobre el que parecen incapaces de tomar distancia para analizarlo. Sorpren que sea Ruíz Gallardón quien agite la bandera de las bondades del sistema democrático frente a un enemigo que no existe. La respuesta no se corresponde a la pregunta de la Puerta del Sol. Los concentrados no cuestionaron la democracia. Cuestionan ciertas perversiones en el funcionamiento del sistema.Piden cambios. Nadie sabe qué recorrido tienen estas acampadas. Sea cual sea, aunque se apague el día 22, será medicina preventiva empezar a dar a respuestas. La tarea es de todos los partidos y sindicatos. Pero fundamentalmente de los dos gran partidos.
BOLSAS DE LUGO
Una empresa lucense sacará al mercado el 1 de junio una bolsa de papel «100% reciclada y biodegradable». Es una vía para acabar con el plástico en supermercados y comercio en general. Además, en la vertiente ecológica el director de la fábrica asegura que «no hay en el mercado ninguna bolsa más natural que la nuestra». Es innovación y creación de riqueza en Lugo. Una excelente noticia frente a una campaña con exceso de demagogia.
