''Atado y mientras robaban, pasé los peores 15 minutos de mi vida''

Cándido Rigueiro, en su casa de Pousada, donde fue sorprendido por tres ladrones. C.A.
photo_camera Cándido Rigueiro, en su casa de Pousada, donde fue sorprendido por tres ladrones. C.A.

«No recuerdo un momento así. Fueron los peores 15 minutos de mi vida. Me cogieron por sorpresa, haciendo fuego, con las manos en la masa», bromea Cándido Rigueiro, un vecino de la parroquia pastoricense de Pousada, que, a sus 78 años, vivió un atraco en su propia casa de manos de tres desconocidos que se llevaron 700 euros de botín mientras a él lo dejaron con el susto en el cuerpo para mucho tiempo.

«Tengo más miedo de quedarme solo, ya lo creo. Pero no me gusta molestar», dice un hombre pausado, que recuerda cada movimiento y cada palabra del día del atraco como si lo tuviera grabado a fuego en su mente.

«Llegaba a casa para encender el fuego. Estuve trabajando fuera y tenía algo de frío. Iba cargado con algo de leña. Entré en la cocina y la dejé en el suelo y cuando empecé a meter unos troncos en el fuego me revolví y ya vi a un hombre dentro de casa», relata. La puerta, dice, como en muchas zonas del rural, no estaba cerrada.

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