Aquilino González: "Llevo 24 años entrando y saliendo de casa por el garaje"

Este activista social dice que las comunidades de propietarios que no mejoran la accesibilidad es como si "se pegasen un tiro en la cabeza"
Aquilino González ante una conquista social, el ascensor de la muralla
photo_camera Aquilino González ante una conquista social, el ascensor de la muralla

Aquilino González lleva media vida luchando por la eliminación de las barreras arquitectónicas. Es la voz de esa reivindicación en la asociación Auxilia Lugo. Le toca sufrir en primera persona ese problema. Un accidente de tráfico le dejó en una silla de ruedas. A principios de los años 90 residía en una vivienda inaccesible, próxima a la Avenida Ramón Ferreiro, así que optó por buscar un nuevo domicilio cercano al centro de la capital lucense, en donde trabajaban sus padres. Entonces, según cuenta, en el casco amurallado solo había un edificio que reunía las condiciones.

"El centro de la ciudad era un páramo. No había nada de nada. En las casas que tenían ascensor, este no llegaba hasta abajo, había escalones para acceder a él", recuerda este directivo de Auxilia.

Se fue a vivir a un piso del entorno del casco amurallado, muy próximo a la Porta de San Pedro. "Era consciente de que esa casa tenía barreras arquitectónicas y que no podía entrar por el portal", quiere dejar claro. Le acondicionaron entonces un acceso desde la calle por la cochera. "Llevo 24 años entrando y saliendo de casa por el garaje", afirma.

"Las comunidades de propietarios tienen que mirar por el futuro y hacerlo por el bienestar de sus propios vecinos"

PASOS A DAR. Aquilino González considera que, aunque hay lucenses que están haciendo sus viviendas accesibles y "sin necesidad de legislación", quedan "muchas casas pendientes" de que se acometan obras de accesibilidad. "Necesitamos que se invierta en ello", precisa.

El delegado en Auxilia para la eliminación de barreras arquitectónicas considera que las comunidades de propietarios que no llevan a cabo las reformas precisas es "como si se pegasen un tiro en la cabeza". «

"Las comunidades tienen que mirar por el futuro y hacerlo por el bienestar de sus propios vecinos", sostiene.

"POR SUPERVIVIENCIA". Aquilino González hace hincapié en que el trabajo inicial en Auxilia era "por cuestión de supervivencia". Recuerda que las contadas rampas que había en la vía pública eran "como despeñaderos, que entrañaban un riesgo". Añade que "de no tener nada, cualquier logro nos vale un mundo".

La situación ha ido mejorando en los espacios públicos en la ciudad. Incluso la política de supresión de barreras arquitectónicas llevada a cabo le valió a Lugo para recibir en 2006 el Premio Reina Sofía de accesibilidad. Pero considera que hay que seguir actuando para alcanzar "la cota cero".

González lamenta que no se produzca un relevo en esta lucha social.

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