Los técnicos de Aquagest no localizan el origen del mal olor que sale de la estación depuradora de aguas residuales (Edar) vivariense, situada en la zona conocida como Playa dos Golpes, perteneciente a la parroquia de Celeiro. Los supervisores de la instalación aseguran, sin embargo, que la planta funciona de modo correcto, por lo que descartan una avería, aunque están comprobando todo el sistema, revisión que, al parecer, lleva unos días.
El concejal de servicios públicos, el nacionalista Bernardo Fraga, aseguró que ya mantuvo una reunión con los encargados del funcionamiento de la planta, adjudicada a la firma Aquagest, responsable del servicio de saneamiento en el municipio, quienes esperan solventar la situación, como muy tarde, a principios de la próxima semana.
Los técnicos trabajan para reducir el olor que se desprende durante el proceso de depuración, que normalmente se hace de manera automática, pero que ahora se pasó a manual para corregir la posible deficiencia. Para ello, modifican el ciclo de la Edar, con el objetivo de «rebaixalo a límites normais». También descartan un posible taponamiento del emisario, según indicó Fraga, quien subrayó que «desde a empresa están poñendo todo da súa parte».
En todo caso, los vecinos de los barrios de O Chao y O Pirixel, ambos en la parroquia celeirense, llevan unos diez días soportando una importante pestilencia, sin que hasta el momento se pusiese solución al problema.
