entre los monfortinos más comunicativos está Ángel Arnaiz, un licenciado en Arte Moderno y Contemporáneo que el destino, y después la vocación, llevaron a convertirse en periodista, precisamente a raíz de colaborar con artículos sobre la historia de Monforte en las páginas de este diario. Destacado profesional en este ámbito, donde recibió más de un premio, su pasión es el cine y el coleccionismo, sobre todo de álbumes de cromos y estampitas religisosas. Esas aficiones lo llevan a no pocos mercadillos y lo llenan hasta tal punto que en ocasiones pagó más de 300 euros por un álbum.
En sus recuerdos de la infancia, por supuesto, estarán los cromos. ¿Le quedó de entonces esa afición?
Siempre me llamaron la atención, aunque fue algo que recuperé hace unos años. De mi infancia sí recuerdo que en Monforte había gran afición a comprar cromos en las desaparecidas librerías Mapa y Lemos, así como en una que había en la Rúa Comercio. Se intercambiaban delante de esas tiendas, en los recreos, cuando estudiábamos en la academia Balmes y en los Escolapios, donde jugábamos al fútbol, a las canicas y a otros juegos de la época en la explanada, cuando todavía tenía el firme de tierra.
