ANÁLISIS. ¿Por qué se producen los incendios en Galicia y qué hacer si eres uno de los afectados?

Pasados los momentos más críticos de la ola de incendios registrada durante los últimos días en Galicia, son muchos los interrogantes que surgen. Las personas que han perdido casas, negocios o vehículos son las primeras en preguntarse cómo proceder, pero la tragedia va más allá y abre un abanico de cuestiones que afectan a toda la población
Incendio en As Gándaras
photo_camera Incendio en As Gándaras

¿Por qué arde, quién gana algo con ello y a dónde va la madera?

La pregunta de por qué los montes gallegos son siempre un escenario tan propicio para los incendios tiene múltiples respuestas. Una de ellas alude directamente al estado del propio monte. Así lo han expresado en los últimos días diversas voces (entre ellas la del vicepresidente de la Deputación de Pontevedra) y así lo indica también Albino Prada. Según explica este profesor de Economía Aplicada en la UVigo, "en Galicia, desde mediados del pasado siglo hemos abandonado un sistema tradicional que evitaba la acumulación de material combustible en nuestros montes y no lo hemos sustituido por ningún otro. Y cuando a un sistema rural de uso no lo sustituye otro, entonces tenemos abandono, ausencia de cuidados, el monte como basurero... acumulación de material combustible, de masa explosiva".

Tal y como añade, "el único uso activo –la obtención de madera– arrastra un derrumbe de sus expectativas, cuando no por precios, por plagas o por un apetecible uso inmobiliario en la franja litoral. En suma no existe ningún uso (para leña, abono, energía, madera, pastos, cultivos cíclicos, etcétera) que implique a la población rural para evitar la acumulación de material combustible en dos de los tres millones de hectáreas de nuestra superficie. Tenemos así un problema estructural y cíclico que alimenta una catástrofe ambiental y social sin precedentes".

Pero, ¿quién gana cuando se quema el monte? Desde luego, los propietarios de los terrenos no, ya sean particulares o comunidades de montes. Al estar quemada, el precio de la madera cae considerablemente. Según la Asociación Forestal de Galicia (AFG), en los eucaliptos que no estén demasiado dañados, si se venden inmediatamente su cotización varía poco, pero en otros supuestos puede llegar a caer entre un 20 y un 50%. Además, al arder mucha superficie, muchos propietarios pondrán a la vez su madera en el mercado, provocando un exceso de oferta que hará caer los precios aún más (de la quemada y de la verde). Y no solo perderán beneficios, los dueños del monte también tendrán que hacer frente a los gastos de las repoblaciones.

Desde 2015 existe una nueva ley por la que se autoriza a las comunidades autónomas a recalificar terrenos forestales quemados sin necesidad de esperar cuando concurran razones consideradas "de interés público de primer orden"

Otra cosa son los que compran la madera quemada, pues estos pagarán menos por ella. Elier Ojea, presidente de Confemadera y de la Federación de Aserraderos y Rematantes de Galicia, explicaba recientemente a este periódico que la mayoría de la madera que arde va para empresas que la trituran.

En esta Comunidad Autónoma, tras un incendio se puede vender la leña sin necesidad de esperar ningún plazo, previa solicitud de autorización al órgano competente en materia forestal. La ley también recoge la obligación que tienen los propietarios de retirar los elementos forestales que puedan constituír un riesgo de plaga, algo que puede suceder tras un fuego.

¿Y qué sucede con los montes quemados a nivel urbanístico? Antes, con la Ley de Montes de 2006 se vetaba construir en zonas quemadas hasta que hubiesen pasado al menos 30 años desde el incendio. Sin embargo, desde 2015 existe una nueva ley por la que se autoriza a las comunidades autónomas a recalificar terrenos forestales quemados sin necesidad de esperar cuando concurran razones consideradas "de interés público de primer orden".

¿Qué hacer cuando se han sufrido daños?

En el caso de los hogares, no todos los que han sufrido daños tienen contratado un seguro que se haga cargo de los mismos. Según explica esta profesional, "los que sí lo tengan, lo primero que deben hacer es comprobar si en la póliza está incluida la cobertura de incendios. Si es así, normalmente la compañía se va a hacer cargo tanto de la reparación de los daños, como de la posible reconstrucción de la casa", en función de lo que determinen los peritos. "Además, si las personas han tenido que abandonar su domicilio por el peligro del fuego, en la mayor parte de las pólizas se cubren los gastos derivados del realojamiento, etcétera". La recomendación que hace Naír Fernández, gerente de Seguros Ferco 2000, es "que se conserven siempre los documentos y recibos de todos los gastos que se hayan tenido como consecuencia del incendio, a fin de dar de alta el siniestro aportando la mayor documentación posible. Una vez que notificamos a la compañía que hemos sufrido daños, lo primero que nos van a pedir es que los acreditemos: tanto si hemos tenido que pagar un hotel, como si hemos tenido que contratar a alguien para que venga a hacer una reparación de urgencia... Es muy importante tener todos los recibos".

La segunda recomendación es "dar de alta el siniestro ante la aseguradora cuanto antes para que nos envíe un perito". Muchas compañías han habilitado teléfonos especiales tras los incendios. "Si el cliente tiene una gestoría o un mediador, debe comunicarse con él cuanto antes y, si tiene contratada la póliza directamente con la compañía, puede llamar a esos teléfonos gratuitos".

Naír Fernández: "Si alguien no tiene seguro y no hay declaración de zona catastrófica, va a recibir cero euros. Si se declara zona catastrófica, en ese caso el Estado o la Xunta sí va a habilitar una serie de ayudas para los damnificados"

Además de aquellos a quienes se les ha quemado la casa, los que han perdido vehículos y negocios deben de tener en cuenta las mismas recomendaciones.

Y, ¿qué sucede con las personas que no tienen contratado un seguro de hogar? Esto dependerá de si se declara oficialmente zona catastrófica. Según explica Naír Fernández, "si alguien no tiene seguro y no hay declaración de zona catastrófica, va a recibir cero euros. Si se declara zona catastrófica, en ese caso el Estado o la Xunta sí va a habilitar una serie de ayudas para los damnificados. Por ahora aún no se ha declarado ninguna, por eso aún no se sabe si va a haber ayudas ni cómo serán".

Esta experta explica que es necesario aclarar que el Consorcio de Compensación de Seguros (que cubre daños por cuestiones como, por ejemplo, determinados fenómenos meteorológicos adversos) no cubre daños por incendios. "Esos están excluidos", puntualiza.

¿Cómo se investiga un incendio?

Uno de los objetivos clave tras la ola de incendios que sacudió Galicia es dar con sus autores, una labor de la que ya se están encargando las fuerzas y cuerpos de seguridad. La Policía Nacional explica que "la investigación de este tipo de delitos es compleja, porque la mayoría son nocturnos y en vías de difícil acceso y las particularidades del fuego hacen que los propios indicios o pruebas que puedan incriminar al autor desaparezcan sin dejar rastro".

El investigador Armando Freiría añade algunos detalles: "Una vez que se extingue por completo, se inicia una labor de inspección para localizar el centro del incendio, el punto a partir del cual se ha expandido, y a partir de ahí hay que establecer si el fuego se ha producido por causas naturales o no".

 Aquí entra en juego la fiabilidad de los testimonios, pues, "por ejemplo en los incendios de Vigo, llegaron a darse cuatro matrículas distintas de una misma moto", asegura Armando Freiría

En el caso de los fuegos provocados, "hay que tratar de localizar el artefacto incendiario" y existen diferentes tipos. Según Freiría, en muchos casos los autores utilizan elementos con cierto retardo para evitar ser pillados 'in fraganti'. "Hay una leyenda urbana sobre los paracaídas con artefactos con retardo, pero realmente sí existen, y hay otros más simples que se tiran desde un coche o moto". Además, "el elemento que se utiliza para encender el fuego se consume parcialmente en el propio incendio y los pirómanos no utilizan artefactos que tengan un número de serie o algo que permita un rastreo técnico de dónde fue comprado y por quién".

Por eso es muy complejo probar la autoría, "tal y como indica el hecho de que, aunque a veces sí hay imputaciones, luego las condenas son porcentualmente pocas, porque la justicia tiene que trabajar con hechos probados", subraya.

Entonces, ¿cómo dar con los culpables? Según este investigador, "al ser los fuegos en el monte, no suele haber cámaras de seguridad en el entorno que puedan determinar el paso de un coche, una moto o de una persona que permita continuar la investigación", así que son muy importantes los testimonios de testigos, "si un vecino ha visto algo y ha tenido la precaución de apuntar las características del vehículo y, sobre todo, la matrícula". Aquí entra en juego la fiabilidad de los testimonios, pues, "por ejemplo en los incendios de Vigo, llegaron a darse cuatro matrículas distintas de una misma moto".

Al igual que el resto de Cuerpos, la Policía Nacional recordó que está poniendo "el mayor empeño en detener a los culplables y ponerlos a disposición judicial", por eso la colaboración es bien recibida.

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