Ajustes de cuentas

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LAS ZANCADILLAS al de enfrente son plato del menú del día en política. Las hay de todos tipos, aunque las que el populacho alcanzamos a ver son muy limitadas. Muchas se las reflejamos en estas mismas páginas de vez en cuando en forma de concellos contra la Diputación, Diputación contra concellos, Xunta contra Diputación y así sucesivamente.

Muchos de los que trabajamos en esto estamos plenamente convencidos de que con el paso del tiempo, los sufridos ciudadanos acabaron por desencantarse definitivamente. Hasta el punto de que ahora ya no les importa en absoluto y asisten resignados a esas trifulcas. Lo más triste es que interiorizamos totalmente que los daños colaterales de todo eso somos nosotros mismos y aceptamos como un designio del destino que no nos hagan algo que seguramente necesitamos de verdad, pero no tendremos solo para evitar que sea el de enfrente el que se cuelgue la medalla.

En Ribadeo llevan una temporada enredados en un caso de estas características, concretamente con la residencia de ancianos. La Diputación apoquinó 1,8 millones de euros, que no está mal. Los sacó del área del ente provincial del mismo color que el alcalde del municipio (el BNG), e inmediatamente esto puso en guardia a la Xunta de Galicia.

Nos coincidió mal a los ribadenses, porque esto se montó justo en un momento en que el PP andaba ocupado tratando de cimentar el liderazgo de su número 1 en el municipio. Tal vez por eso en Santiago optaron por lo de «al enemigo, ni agua». El caso es que se comprometieron a aportarle medio millón de euros para la residencia, pero ahora la Xunta anda dándole vueltas al tema y no acaba de soltar la pasta.

Ya dejamos constancia en esta misma sección del peculiar carácter del alcalde de Ribadeo, especialista en invertir situaciones potencialmente peligrosas para él en un filón a base de mucha red social mezclada con unos gramos de pimienta y un puñado de demagogia cocinada a fuego lento. Pero si ya actúa así en situaciones dudosas, en casos así no se lo pueden poner más fácil. Porque lo que no duda nadie es que el municipio necesita (como casi toda la provincia) una residencia de ancianos.

De modo que con 1,8 millones de euros en el saco, con 500.000 pendientes de confirmar por parte de la Xunta, la situación no puede venirle mejor: la construcción de la residencia no peligra en absoluto porque por las bravas pedirá el dinero y así consigue varios objetivos al mismo tiempo: construye una residencia de ancianos que poder presentar al vecindario y que además es algo muy positivo; adelanta por la izquierda a la Xunta y además puede culparla de no querer ayudar a los ribadenses y, por último, puede echarle la culpa de todo a Jesús López Penabad, el presidente del PP en la localidad, aduciendo que se negó a ayudar a los ribadenses solo por seguir las directrices de su partido.

Lo triste es que para la Xunta 500.000 euros a pagar en varias anualidades es una cantidad que no le suponía nada de nada. Imaginamos que habrán hecho su análisis de riesgos para determinar lo que más les convenía, así que no se discutirá aquí su estrategia, pero les va a resultar complicado explicar los pocos remilgos y la colaboración que pusieron para la residencia de Foz, como quien dice el pueblo de al lado, y los peros que pusieron para la de Ribadeo.

Aún hay otra opción, que les haya dado por pensar todo esto y al final decidan dar los 500.000 euros sin más y aprovechar para apuntarse la parte del tanto que les corresponde sin dejar a nadie en evidencia, pero tal y como están las cosas no parece que vaya a ser el caso.

Hay otra particularidad en este asunto, que es cómo se tomarán la queja formal enviada a la conselleira Beatriz Mato, en concreto la que lleva la firma del portavoz municipal del PP, Manuel Valín. Es de suponer que ya se la esperaban porque el hombre le está echando valor en este tema y ya fue a la manifestación que hubo reclamando la residencia a la propia Xunta. Se agradecen estos versos sueltos.

En el grupo municipal del PP ribadense no todos son de la misma opinión. El que fuera de número 2, Manuel Yáñez, es también un firme defensor de este servicio, mientras que las dos mujeres, Azucena González Loredo y Campo López Braña, apoyan por lo general las tesis del partido. Que a nadie le quepa duda de que todo esto tendrá un reflejo en el panorama que se dibujará de aquí a pocos meses cuando presenten las listas de las próximas elecciones municipales. A alguno, ya se verá a quién, se le atragantarán esos 500.000 euros.

EL GUSTO ♦ Un congreso de los que ayudan a la gente de verdad

EL SÁBADO se celebró en Mondoñedo un congreso de Cáritas. Reunió a 58 personas de toda la diócesis. Es una gente a tener muy en cuenta por el obispo, Manuel Sánchez Monge, ya que son los que, en muchos sentidos, están dentro de la Iglesia más en contacto con la gente que lo está pasando realmente mal. A gente como esta sí le deberían dar el premio Nobel, o algo por el estilo. Lástima que para algo así no hubiese más representación oficial. Y por decir algo más en su favor, hay que hacer notar que lo que hacen, al menos en general, que habrá de todo, es con una sonrisa en la boca.

EL DISGUSTO ♦ Un «fallo» del que el Sergas seguramente se arrepentirá

ESTA SEMANA el Sergas tuvo que admitir un «fallo administrativo» debido al cual no atendieron en primera instancia en el Hospital da Costa a un niño de dos años hijo de una mujer caboverdiana, pero español. El gerente del centro mariñano, Francisco Soriano, que es un hombre tranquilo, seguro que no contaba con tener que lidiar con algo así. Ahora queda ver qué pasará con la protagonista oculta de la historia, la mujer que atendió a la madre en la ventanilla del centro hospitalario. Aunque si finalmente se confirma el «fallo administrativo», la culpa la acabará llevando un ordenador.

(Publicado en la edición impresa el 5 de mayo de 2014)

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