La alcaldesa de Sarria, la socialista Pilar López Yáñez, se mostró este sábado tranquila ante la nueva situación del grupo de gobierno, que queda con siete ediles de diecisiete tras la marcha de CxG-CCTT. "Polo menos agora teño a oposición enfronte e non dentro", aseguró la regidora, quien insistió en que su equipo no gestionará el Concello con temor a la presentación de una moción de censura.
"Non imos estar gobernando con medo, farémolo pensando no día a día", afirmó Pilar López, que apostó por redistribuir cuanto antes las delegaciones que quedaron vacantes con la dimisión de Benjamín Escontrela y Antón Fortes.
El concejal de Independentes de Galicia, José Manuel Bello, ya le comunicó el viernes a la alcaldesa que declinaba la oferta de incorporación al gobierno, de modo que las áreas de servicios sociales y deportes se repartirán entre los cuatro ediles del PSOE, dos del BNG y la no adscrita Silvia Vázquez.
La intención del gobierno en minoría es definir este domingo quién asumirá cada labor. Una de las posibilidades que se baraja es separar la concejalía de servicios sociales de la gestión de la residencia de mayores, de modo que sean competencia de diferentes personas, aunque la decisión a este respecto no está tomada.
Por otra parte, la alcaldesa aseguró el sábado estar ya "cansada das continuas acusacións" de sus exsocios de gobierno, a quienes animó a acudir a los tribunales si tienen pruebas de sus manifestaciones y dejar de hacer comentarios por otros medios. "O xulgado está na Rúa Maior", dijo.
Pilar López quiso también aclarar que la comisión de investigación sobre la contratación de la caldera para la piscina no fue convocada hasta el momento porque, argumentó, el Concello está buscando una fórmula externa para que no participen ni los concejales implicados de algún en los trámites ni los funcionarios que tomaron parte en este proceso. Como ejemplo, señaló que ni siquiera la secretaria puede estar en la comisión porque figuraba en la mesa de contratación de la caldera.
