La Fiscalía ha presentado escrito de acusación contra Manuel Ramón V.A., exdirector de la oficina de Banesto en Castro de Ribeiras de Lea, al que considera responsable de haber causado un agujero de unos 500.000 euros. Según entiende el ministerio fiscal, se trata de un delito continuado de apropiación indebida, por el que solicita una condena de cinco años de prisión.
El acusado estuvo al frente de esta oficina bancaria, que tenía un gran movimiento y manejaba mucho efectivo porque daba servicio a muchos tratantes y ganaderos del mercado cercano, desde 2007. Pero fue en 2012 cuando una auditoría interna puso al descubierto el descuadre de las cuentas.
Según los resultados de dicha auditoría, en la que se fundamentó la denuncia interpuesta por Banesto, el director llevaba años "disponiendo de las cuentas de determinados clientes, sin conocimiento ni autorización de estos. En algunos casos ha engañado al cliente a fin de que suscribiera el oportuno reintegro, manifestándole que había destinado las cantidades a inversiones que luego no existían. En otros supuestos, se ha hecho simulando la existencia de un reintegro que no aparece firmado por los clientes". Y lo hacía, según consta en la denuncia, aprovechándose de que "se trata de personas de avanzada edad y que carecen de expertos conocimientos financieros".
A una de las víctimas le entregó un sobre en el que había 2.000 euros en billetes de 50 en lugar de 60.000 en billetes de 500
De este modo, llegó a sacar hasta 200.000 euros de la cuenta de algún cliente, con lo que el pufo final al que tuvo que hacer frente el banco fue de 455.000 euros.
No obstante, el fiscal reclama otros 58.000 que estafó a otro cliente y de los que no se ha hecho cargo la entidad, pese a que esta reconoció la existencia esta operación. Este afectado, de hecho, figura también como acusación particular en la causa.
TRATANTE. En ese caso, se trata de un tratante de ganado que trabajaba habitualmente con esta oficina bancaria y disponía de importantes cantidades en efectivo cada semana. La víctima explicó cómo el día anterior a la celebración del mercado ganadero había llamado al acusado para que le preparase 60.000 euros en billetes de 500, como hacía en otras ocasiones.
Cuando fue a la oficina bancaria, y ya con los interventores de Banesto revisando cuentas, el director le dio a firmar el recibí por los 60.000 euros y le entregó el sobre. Según declaró, nunca lo contaba porque tenía confianza en él.
Sin embargo, media hora después el director lo llamó para decirle que había habido un error y que en lugar de billetes de 500 euros habían metido de 50, por lo que solo había 2.000 euros, y los 60.000 por los que él había firmado. Cuando al día siguiente regresó a por el resto del dinero, los auditores le dijeron que quien le debía devolver los 58.000 euros era el director y no el propio banco.
Es, según parece, el único de los clientes afectados que no ha recuperado el dinero, y en el juicio solicita que sea Banesto el que se haga responsable del pago. Cuenta en esta petición con el apoyo de la propia Fiscalía, que también considera que la entidad es la responsable.
