Acuerdos en papel mojado

Decisiones adoptadas por el pleno de Sarria sobre tráfico, comisiones o el plan especial se quedan en una declaración de intenciones
Calle José Sánchez Arias, donde hubo una petición para cambiar el modo de estacionamiento
photo_camera Calle José Sánchez Arias, donde hubo una petición para cambiar el modo de estacionamiento

Un importante número de acuerdos adoptados por el pleno de Sarria a lo largo del último año, tales como la creación de varias comisiones o asuntos referentes a la ordenación del tráfico, han quedado en papel mojado, reducidos a una mera declaración de intenciones y sin llegar a ejecutarse a pesar del paso del tiempo.

En algunos casos se trata de decisiones tomadas por unanimidad de todos los miembros de la corporación que, pese al consenso generalizado a la hora de su aprobación, siguen en el olvido.

En esta situación se encuentra la creación de una comisión de investigación para arrojar luz sobre los intentos fallidos que hubo en el pasado para instalar las calderas en la piscina cubierta, una medida que aprobó el pleno en septiembre de 2015 y que más de un año después está inactiva. Ni hubo consenso para definir los miembros de esta comisión ni llegó a convocarse ninguna reunión.

La sucesión de acuerdos adoptados en este órgano de representación e ignorados por el grupo de gobierno en minoría llevó a la oposición a aprobar hace ya meses la creación de una comisión de seguimiento de estas decisiones, la cual, paradójicamente, tampoco se puso en marcha hasta la fecha. Lo mismo sucedió con la comisión de vigilancia de la contratación, acordada hace ahora un año.

Estas dos últimas, no obstante, podrían activarse en los próximos días si se cumple el anuncio realizado en el pleno de septiembre, en el que se aprobó una nueva modificación de su composición para incluir a los tres ediles no adscritos y se avanzó una primera reunión para finales de este mes.

El pasado agosto y, tras un largo debate, todos los grupos políticos aprobaron también una propuesta para instar al Concello a prohibir de nuevo el estacionamiento en uno de los márgenes de la calle José Sánchez Arias, donde los vecinos mostraron su malestar por permitir el aparcamiento de coches en los dos lados, hecho que, según su versión, pone en riesgo la seguridad de los peregrinos por la falta de espacio en la vía.

Esta medida continúa sin aplicarse y ya en aquel momento la alcaldesa afirmó que era una competencia suya y no del pleno. Lo mismo ocurrió con el acuerdo, adoptado por mayoría, para hacer cortes puntuales de tráfico durante la Noite Meiga, que tampoco se tuvo en cuenta por ser competencia de la regidora y que acabó por costarle a esta una reprobación.

De igual modo, no hubo grandes avances, al menos que trascendieran, tras el acuerdo plenario de paralizar la expropiación de la Fortaleza. Aquella decisión, tomada en enero, suponía volver a la vía de la negociación con los propietarios, aspecto este en el que no se produjeron novedades desde entonces, estando ahora la situación a expensas de las alegaciones del plan especial del casco histórico, según salió a relucir en una de las últimas sesiones.

Este plan de protección de la zona antigua de Sarria y el Camino de Santiago motivó el último de los acuerdos plenarios, en el cual la oposición en bloque apoyó una moción para instar al gobierno a contestar de forma inmediata las 70 alegaciones presentadas, estimando la anulación del documento solicitada por el PP. También aprobaron el estudio de responsabilidades patrimoniales de los concejales del gobierno en caso de que se pierdan las anualidades comprometidas por la Confederación Hidrográfica y la Diputación para las obras en Ponte Ribeira.

El acuerdo va camino de correr la misma suerte, sobre todo en lo que respecta a la anulación del plan, documento que el bipartito defiende y que, según alega, el pleno no podrá paralizar al ser aprobado en junta de gobierno.

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