Un hombre de 46 años de edad, A.C.B., aceptó ayer una pena de dos años de prisión y 21.000 euros de indemnización por abusar sexualmente en Foz de su sobrina, menor de edad.
Según reza el escrito de acusación del fiscal, en el año 2005, el acusado se estaba duchando en su vivienda totalmente desnudo después de regresar de la playa y llamó a su sobrina -que tenía entonces 14 años- para que le acercara un bote de champú. La joven se marchó y a los cinco minutos la volvió a llamar y cerró la puerta. Acto seguido, le quitó la ropa y le realizó tocamientos en varias zonas del cuerpo.
Momentos más tarde, el acusado y la menor regresaron al salón de la vivienda, se sentaron en el sofá y se taparon con una manta, «continuando el acusado con los tocamientos». Mientras esto sucedía, la hija del imputado, de ocho años, se encontraba sentada en el otro extremo del sofá.
En otra ocasión, el acusado acudió con su hija y su sobrina a una piscina y cuando se encontraba solo con esta última en la sauna se recostó sobre ella y continuó con su actitud lasciva. El escrito del ministerio público recoge además que el imputado llegó a meterse en la cama con su sobrina y a pedirle que se colocara un envoltorio de un puro en la vagina o que le colocara un preservativo, a lo que la joven se negó.
El hombre intentó varias veces sin éxito consumar el acto sexual con la menor, aunque en una ocasión sí consiguió que le hiciera una felación.
Temor
El ministerio público explicó que la menor no le contó inicialmente a nadie lo que estaba sucediendo «debido a la sorpresa que le producían los hechos y por miedo a lo que pudiera sucederle». Sin embargo, en un momento dado decidió confesárselo a una compañera de clase, quien se lo contó a su hermano y éste a sus padres.
Durante la vista oral celebrada ayer en la Audiencia de Lugo, el acusado reconoció los hechos y aceptó la pena de dos años de prisión solicitada en el acto por el fiscal, que inicialmente pedía nueve años de prisión. Además, el hombre no podrá acercarse a su sobrina durante tres años.
