Acal desde la prehistoria

NO ES HABITUAL que un alcalde se muera en el ejercicio de su cargo y tampoco cualquier político en general: el juego democrático suele llevar a los partidos a ir relevando a sus gobernantes, por lo que se dan pocos casos de fallecimiento en la poltrona. En la provincia de Lugo, antes del óbito, el pasado 26 de mayo, de Francisco Acal Eiros, de Baleira, hay que remontarse a 2005, cuando murió el barreirense Luis Fraga, quien, a su vez, había relevado a otro fallecido, Manuel Díaz, en 2002. La lista se amplía, si la memoria reciente no me falla, con Eladio Basadre (el de Negueira de Muñiz, en 2003), Darío Díaz (O Corgo, 1995) y Antonio Varela (Antas de Ulla, 1998, creo).

Los sucesores de todos ellos están todavía en el poder. Es fascinante la longevidad que demuestran los alcaldes lucenses en sus sillones. El que se ha ido, Acal, era uno de los que llevaba más tiempo en el puesto, honor compartido con José Manuel Mato Díaz, que gobierna Paradela desde 1979. Parece la prehistoria, ¿verdad?

La longevidad política no es lo único que unía estos dos apellidos que tanto nos facilitan los títulos. Los dos llegaron al PP procedentes de Coalición Galega. Haré de abuelo Cebolleta: sí, hubo un tiempo en que un grupo galleguista de centro derecha tuvo mucho éxito en Lugo. Fue tanto su peso que en sus filas también estuvo el que es alcalde de O Páramo desde 1983 (Gumersindo Rodríguez), y el que lo fue de Samos desde 1987 hasta 2007, Carlos Belón, y el que lo fue en Sarria, Arturo Corral.

Y para políticos relevantes en el PP, no se puede olvidar que hasta Antonio Muiña, regidor de Friol desde 1989, llegó al Ayuntamiento en las filas coagas. La alcaldía de Muiña es fruto de un complicado movimiento, que no tiene nada que envidiar a lo que ha ocurrido en O Valadouro, aunque sin dinero por el medio. Fue hace un cuarto de siglo, poco más de una generación, pero, ya digo, parece que ocurrió en la prehistoria.

¿Cuánto ha cambiado la política municipal lucense en 34 años? Municipios como Vilalba se han mantenido siempre fieles a los mismos colores. En otros, las querencias han evolucionado y hasta se han dado alcaldes que hoy parecen imposibles: sí, Ourol llegó a ser nacionalista unos años y O Saviñao, socialista. Y Cervo pasó de ser un bastión del PSOE a serlo del PP; y Navia de Suarna parece haber hecho el recorrido inverso. Son solo cuatro ejemplos.

Otro cambio se dio en la Diputación, donde el PSOE tuvo que esperar hasta 2007 para lograr por primera vez la presidencia. Recuerdo que uno de los últimos actos oficiales del anterior presidente, Francisco Cacharro, fue la firma de un convenio con, precisamente, Francisco Acal. Era para construir una residencia juvenil y de la tercera edad. Aquel 25 de mayo de 2007, Acal se mostró emocionado. Después llegaron los choques con el bipartito provincial, donde el regidor fue ariete de los hombres de Barreiro contra el gobierno de Gómez Besteiro.

Acal representaba otra forma de hacer política; tantos años en el poder habían hecho que quedara identificado con su municipio: Acal era Baleira pero Baleira también era Acal. ¿Quiere eso decir que su sucesor, Ángel Enrique Martínez-Puga López, lo tendrá difícil para enterarse de cómo va el Ayuntamiento? Posiblemente, no, porque hay soluciones para todo y el tiempo acaba cambiando muchas cosas. Solo hay una cosa que no cambia, y no ha variado en estos 34 años de ayuntamientos democráticos, y son los retrasos. Aquella residencia anunciada con tanto bombo dos días antes de las elecciones locales de 2007 sigue estando entre las prioridades del alcalde de Baleira: espera verla acabada poco antes de los comicios de 2015. Para entonces, otros hechos serán ya prehistoria.

SANIDAD. Anuncios para la desmovilización

En estos tiempos, a veces hay que montar una buena movilización y hacer mucho ruido para conseguir algo. Amenazas con una manifestación en demanda de servicios sanitarios y horas antes te licitan en el DOG la sala de Hemodinámica. Así, sin vergüenza y sin poner fechas, que los plazos los carga el diablo. Además de manifestarse, otra opción es echarle en cara un retraso a un edil del PP y ya verás cómo por la tarde la Xunta te cita. Y después unos y otros se quejan de que los ciudadanos (ergo, los votantes) estemos perdiendo la paciencia y la credulidad.

PROMOCIÓN. Afán de orgullo

Los habitantes de la ciudad de Lugo andan necesitados de motivos para sentirse orgullosos. Quizás de ahí viene la emoción con el piloto que toca la bocina cuando pasa... quiero decir, que sobrevuela (a cientos de metros) la muralla. Y también quizás sea esa la razón de que algunos fueran hasta a hacerle fotos a un tren, el Alvia, que lleva años circulando por la provincia. Claro que lo primero demuestra que falta algo de promoción turística y lo segundo, que Lugo y el tren se relacionan poco.

Entrando antes de salir

En la foto, aclaro, Antonio Veiga está entrando en la sala donde se iba a reunir el consejo de administración del Breogán. Y hago la aclaración porque, sin ella, podría interpretarse que está saliendo... o incluso huyendo. Y en cierto modo eso fue lo que abordó el vicepresidente de la Diputación en esa reunión, el miércoles, al anunciar un complicado y extraño proceso de enajenación... de acciones. Bueno, también se podría interpretar que no huye, sino que va directo hacia el avispero: hacía tiempo que no se hacía una gestión tan inquietante. SEBAS SENANDE

PINCELADAS

Adiós. Después de cuatro años en la fiscalía de Lugo, Javier Rey consigue en su último día que haya un imputado más en un caso de hace siete años. Para quedar boquiabierto.

Monforte. Es tan dilatado en el tiempo el goteo de noticias que algún día alguien no sabrá qué es eso del puerto seco.

Madera. Ojalá que se abra totalmente la puerta que se entorna para Tablicia, gracias a Kronospan.

O RECORTE. Hitchcock na Ponte
El Progreso, 4-6-2013, p. 2

Os veciños da Ponte queren sabelo todo: se poderán ir en coche polo paso romano, se poderán seguir facendo eslalon en Fermín Rivera... pero, homes de Deus, teñen que estarlle agradecidos ao alcalde, que lles pon unha película de suspense cada día: Seguirán as obras? Poñerán as luces? Pasaremos en coche? Nacerán bolardos? Decidirán algo os políticos? Aproveitarase algún das movidas veciñais? Farán algo antes de 2015? Dende logo, o que deberían facer non é ir ao pleno, senón chamar a algún director de cine para que faga unha película, polo menos de intriga, se non de pánico.

Comentarios